El Almirante Cristobal Colón y la ciudad de Valladolid

Por Jesús VARELA MARCOS
La Historia de una ciudad tiene momentos brillantes que sus habitantes recuerdan con cariño y de los que se sienten orgullosos. Mantener la vigencia de esos momentos, a veces olvidados, es labor de los cronistas. Como vallisoletanos debemos de recordar unos de esos momentos brillantes para la Historia de Valladolid, una de esas fechas que sitúan a nuestra ciudad en el escaparate mundial de la Historia por la trascendencia universal del personaje, Cristóbal Colón. En el año 2006 se celebró en Valladolid la muerte del Almirante de las Indias, que acaeció “en esta villa miércoles víspera de la Ascensión 20 de mayo de 1506”.

Conoce la ciudad
El histórico personaje conoció nuestra ciudad años antes, y en ella estuvo varias veces. Recordemos como en 1486 acompañando a la corte de los Reyes Católicos salía de Arévalo el 8 de
agosto, y el 10 pernoctaba en el monasterio de la Mejorada,1 en la provincia de Valladolid. La jornada siguiente la comitiva real viajó hasta Valladolid por el camino interior que lleva a Puente Duero y Simancas hasta el monasterio de Prado, perteneciente a la orden de fray Hernando de Talavera e importante centro de información, donde pasaron la noche del día 11. En esta noche tiene su origen la tradición vallisoletana que narra la presencia de Colón rezando bajo la Virgen románica “de Colón,” mientras Talavera hablaba del proyecto colombino con la reina Isabel . A la mañana siguiente Colón siguió con la corte hasta Medina de Rioseco por Torrelobatón y Castromonte, llegando a la ciudad de los Almirantes el 12.


Los avatares históricos de su turbulenta vida le tuvieron entretenido en el oficio de navegar y descubrir hasta el año 1496, diez años después de su primera visita a Valladolid. En estas fechas Colón estaba triste y pesaroso, por el resultado de su segundo viaje y no sintiéndose querido por las autoridades. Sufría su alejamiento real mientras se dirigía a Burgos al encuentro de los monarcas cuando, en una obligada etapa del camino, entre los calores de agosto Colón y sus amigos llegaron por segunda vez a la ciudad del Pisuerga.

De compras en Valladolid
En Valladolid se encontraba el séquito del genovés el miércoles 9 de agosto, y en esta ciudad van a vivir un tiempo, pues fue más que una parada en la ruta a Burgos. El grupo residirá en este centro económico, de comercio de telas ricas, con numerosos talleres de confección y sastres, hasta el viernes 8 de septiembre. Prácticamente un mes completo.
¿Cuál fue la causa o razón que tuvo el Almirante para permanecer en esta ciudad castellana tanto tiempo? Resulta difícil saber los motivos por no disponer de correspondencia oficial, o haberse producido encuentros oficiales con personas que dejasen documentación que se conservase, sin embargo existe un documento denominado Memorial del Oro, que se refiere a una etapa de Colón coincidente con estos días y que nos puede dar mucha luz.


Este documento recoge como el sábado 12 de agosto Colón ordenó a Carbajal que vendiese “2 marcos, 6 uncias, 4 ochavas y 3 tomines” de oro para pagar una cantidad de ropa que había comprado en las tiendas de Valladolid. La noticia resulta cuando menos curiosa, trasmitiéndonos una actividad del Almirante, como era el adornar su persona, que tenía precedentes. Recordemos cuando en su estancia en la Rábida, en diciembre de 1491, se gastó otra cantidad de dinero remitido por la reina Isabel, para comprar ropas dignas con que presentarse en la corte. Parece que ahora en Valladolid vuelve a efectuar semejantes compras y con similar propósito: el poderse presentar en la corte de los Reyes Católicos con la mayor dignidad posible.
Por la cantidad gastada de dos marcos, seis onzas, cuatro ochavas y dos tomines, que es incluso mayor que lo cambiado en Sevilla para todo el viaje, deducimos que la inversión fue grande. Además sabemos que todo lo invirtió en ropa como aparece en el escrito que dice .“y lo dio casi todo en ropa que compró.” Y de ello es fácil deducir dos cosas. Que en la ciudad de Valladolid había tiendas donde poderse gastar tanto oro en ricas ropas y así parece ser por la presencia de un buen número de sastres con sus cuadrillas, que cobraban a razón de 40 maravedíes por un capote y 10 por sayas guarnecidas de lienzo; o la presencia de jubeteros, y calceteros . En general y según opinión de Rucquoi Valladolid era una villa donde una gran parte de su población se dedicaba a la industria textil y derivados. En segundo lugar, que Colón estaba decidido a aparecer ante la corte con un aspecto radiante, lejos ya del penitencial con la saya franciscana empleada en el desembarco en Cádiz.
Tampoco fue esta la última vez que el Descubridor visitó Valladolid, debieron transcurrir otros 10 años hasta 1506 para que Colón volviese a nuestra ciudad, en esta ocasión para quedarse mucho tiempo. Nos estamos refiriendo a la muerte del Almirante que le sobrevino en Valladolid durante una estancia siguiendo a la corte en momentos políticos muy tumultuosos, cuando se esperaba a los jóvenes monarcas Juana y Felipe.

Muere en Valladolid
La última presencia de Colón en Valladolid siempre ha resultado difícil de explicar. Los motivos han sido la falta de noticias concretas que trasmitan algún tipo de vivencias del descubridor en la ciudad del Pisuerga. Tan sólo disponemos de tres documentos, dos oficiales, como es la carta que dirigió a los reyes Felipe y Juana que llegaban a España, que las Casas nos trasmite, de la que no conocemos la fecha exacta; el codicilo de su testamento redactado el 19 de mayo; y otro documento privado, de tipo periodístico, como es la noticia de su muerte en el diario de los Verdesoto. No disponemos de ningún documento más. Llegados a este punto, podemos decir que todos los escritos que se han hecho sobre su estancia, criados y personas que le acompañan, lugar de la muerte, fallecimiento, misas o enterramientos son hipótesis.


También las hipótesis pueden ser tenidas en cuenta si se aproximan a la verdad cubriendo huecos documentales. Y Así, el 2 de abril, veíamos llegar a Colón por Puente Duero a Valladolid. Al reproducir la escena debemos verle rodeado de criados que le ayudaban en su traslado, porque estaba muy enfermo, porque su estatus así lo determinaba y requería, y porque su disponibilidad económica se lo permitía. Ya en la ciudad debió alojarse en un palacio, o casa palaciega, de algún amigo o conocido, caso de D. Luis de la Cerda, que tenía una casa en la calle Teresa Gil. En este domicilio dedicó sus días a proseguir la gestión de sus negocios familiares en la corte, único motivo de su existencia desde la vuelta del cuarto viaje. Esta decidida ocupación nos la confirma la carta que desde la ciudad del Pisuerga envió a los jóvenes Reyes Felipe y Juana, que llegaban de Alemania, y donde les ofrecía su persona para realizar nuevos descubrimientos en un quinto viaje.
Así pues, este es el círculo en que los Colón operarían en la ciudad castellana, ante los miembros
de la corte que les fuesen favorables, tratando de orientar sus disposiciones hacia el reconocimiento pleno de todas las concesiones hechas al genovés desde 1492. En tales afanes se debió producir el agravamiento de la enfermedad de Colón lo que le obliga a ser internado en un hospital de los de la época, o su equivalente, como era el convento franciscano situado en la actual Plaza Mayor de Valladolid, en la calle que lleva aún su nombre, el de ”San Francisco“.

Portada del desaparecido Convento de San Francisco

En este establecimiento sus amigos los frailes tratarían de aliviar su dolor y consolar sus últimos días. Estaba ya bien entrado mayo y la enfermedad del Almirante de la Mar Oceana se agravaba, hasta tal extremo que se ve en la necesidad de despedirse, dictando un último codicilo al testamento elaborado en Segovia. Junto al notario estarían sus seres queridos, caso de sus hijos Diego y Hernando, Diego Méndez, el bachiller Miruela, el ayudante del escribano Gaspar de Misericordia. Probablemente también los marineros Bartolomé del Fiesco, Alvar Pérez, Juan de Espinosa, Andrea y siete criados que asistían al Almirante y que figuran como testigos. Parece lógico pensar que también estarían presentes miembros de los franciscanos.10 Este acto de la firma del codicilo se produce el martes día 19 de mayo, y al día siguiente “El almirante Colón que descubrió las Indias y otras muchas tierras murió en esta villa [de Valladolid] miércoles víspera de la Ascensión 20 de mayo de 506.”



Jesús VARELA MARCOS
Universidad de Valladolid
jvarela@ieip.uva.es


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