La desaparecida casa del Barco


Por Miguel Angel Pastor
La piqueta inhóspita derribó este bello edificio, en aquellos vertiginosos años de la voraz especulación inmobiliaria. La casa del Barco recibió tal apelativo por su airosa traza, como un navío anclado entre las calles Gamazo y Muro. Muy cercano, también de rasgos nobles, se alzaba el Frontón Fiesta Alegre, recinto dedicado a alguna actividad deportiva, amén de fiestas populares y circenses. Se convirtió posteriormente en la Casa Social Católica y tras muchos avatares y ocupaciones, también desapareció para siempre. La casa del Barco también conoció a muchos inquilinos. El Hotel Gredilla ocupaba una de sus plantas. Otras de ellas fueron de alquiler, alguna escuela privada y muchos estudiantes repartidos por aquellas ámplias habitaciones.


La singularidad de esta muestra arquitectónica no la redimió de su triste fin. Como la desaparición del Teatro Pradera y otros ejemplos de la indiferencia popular, nadie alzó su voz ante esta reliquia que daba prestancia a una calle céntrica que recibió el nombre de Gamazo, un hombre público, como también lo era Muro, un republicano de pro. ¿Quién puede recordar, a estas alturas, esta esquina rematada por una graciosa torrecilla? En el solar de lo que fuera casa del Barco se levantó una imporsonal edificación; bancos, compañías de seguros, despachos... El progreso, en suma.

-Fuente: 40 imágenes inolvidables. Escenas históricas de Valladolid y Provincia

Comentarios

Silvino ha dicho que…
Juraría que este edificio sigue en pie, a no ser que sea otro de similares características el que exista ahora en esa ubicación.
Anónimo ha dicho que…
Es indecente que no se haya tenido respeto histórico por el patrimonio de nuestra ciudad. Que no se haya tenido la valentía de salir y denunciar con valor y nobleza aquello que es parte de nuestro pasado. Sino fue el ayuntamiento quien por motivos personales no quiso intervenir que menos que la Universidad de valladolid para protegerlo. Es necesario revalorizar la cultura en esta sociedad, conocerla y cuidarla. La ignorancia, la vaga ambición y la corrupción de aquellos hijos de puta es el reflejo de la basura urbanística que construyeron en nuestras calles llenas de historia. Muchas gracias por la entrada. Afortunadamente Valladolid sigue contando con un bello patrimonio.


Luis Berruguete ha dicho que…
Ya quisiera saber yo quiénes eran los componentes de las Comisiones Provinciales de "Protección" del Patrimonio Histórico y Artístico de Valladolid que desde la mitad del siglo XX y con los alcaldes Santiago López González y Martin Santos Romero los que les siguieron, que autorizaron y permitieron la destruccion más importante del patrimonio cultural que tras las invasiones francesas del XIX y las desamortizaciones ha sufrido Valladolid. Conventos, edificios singulares, casonas y palacios, etc, entregados al ladrillo inmobiliario especulador por esos canallas del Ayuntamiento y las Comisiones de Protección que no solo no protegieron sino que propiciaron y protegieron la desaparición por la piqueta de lo que hubiera debido ser protegido con ahínco y determinación. Y muchos de ellos siguen teniendo calles a su nombre pese a haber realizado tan nefasta labor durante el régimen franquista