Tres Goyas en Valladolid

Convento de San Joaquín y Santa Ana

En el convento de San Joaquín y Santa Ana de Valladolid se conservan tres cuadros obra de Francisco de Goya. La razón de pintar Goya para Valladolid se debe a que cinco meses antes de ser inaugurado dicho convento ninguno de los cuadros de su viejo templo se acomodaba a las dimensiones de los nuevos retablos. La monjas suplicaron al rey, y entonces Sabatini, en una comunicación, propuso que "en caso de acceder su majestad a la solicitud de la comunidad, podrán encargarse las seis que se necesitan (se refiere a las pinturas) a los pintores don Ramón Bayeu y don Francisco de Goya, respecto de que gozan sueldo y tengo confianza de su habilidad; a quienes luego se les pase la orden, daré las dimensiones y noticias que necesiten para su desempeño".

Muerte de San José

En el primer periódico de Valladolid, (Diario Pinciano), coetáneo del tiempo en que era construido el convento, se publicó prolijamente la solemne inauguración del templo. El "diarista" dijo en qué habian consistido los actos, sin hacer referencia a las obras de arte que entraron entonces en aquella santa casa. El rico inmueble, asomado al Pisuerga para solaz de las mujeres enclaustradas, fuen proyectado por el "arquitecto mayor don Francisco Sabatini, mariscal de campo de sus reales ejércitos", y dirigió las obras don Francisco Valsania.
Solo andando el tiempo se supo que dentro de aquel recoleto edificio existía un museo de cierta importancia, que, poco a poco, por necesidades insoslayables y muchas veces harto perentorias de escasez, iba perdiendo importancia. A principios del siglo XX todavía se guardaba una capa pluvial orlada de perlas, óleos abundanes y buenas tallas.
El primer historiador de Valladolid, Sangrador Vítores (1854), rompió el fuego en favor del recuerdo de extraña manera, sin embargo; las pinturas de "la derecha son obra del distinguido Francisco de Goya, y las de la izquierda, del no menos célebre, don Ramón Bayeu".

San Bernardo y el pobre

Araujo Sánchez publicó en su día una carta de Goya a su amigo Zapater, que es muy conocida, con fecha 6 de junio de 1787: "Para el día de Santa Ana an de estar tres quadros de figuras del natural colocados en su sitio y de composición, el uno en tránsito de San Josef, otro de San Bernardo y otro de Santa Ludgarda, y aún no tengo empezado nada p´ tal obra y se a de acer porq lo ha mandado el rey, conq mira si estaré contento. La mulas buenas, la berlina buena, y no voy en ella aunq la he estrenado"... Es extraño que este mismo autor dudase después de la posibilidad de terminar una obra en tan corto espacio de tiempo -Santa Ana es el 26 de julio-.
El argumento de tal duda cae por su propio peso, considerando que once años más tarde los frescos de San Antonio de la Florida los realizó Goya en cuatro meses. Y si para tan importante obra bastó ese tiempo, no andaría muy apretado para ultimar los tres cuadros de Valladolid, por más que el monasterio no fuera inaugurado en la fecha prevista, sin mucho después. Goya, acuciado y preocupado por tantos encargos como se cernían sobre su cabeza y pesaban sobre su popularidad creciente, terminó el trabajo "porque se lo había mandando el rey". Quizá fuera el último encargo de Carlos III.

Santa Ludgarda

Los cuadros de Valladolid son muy clasicistas, pero al propio tiempo tan modernos que todavía sorprenden al espectador, abrumándole de emoción. Es aquella la época gris plata -familia del duque de Osuna- y estos efluvios que pasan a través de los rayos del sol en el "Transito de San José" impregnan de unción a una escena de exaltación de valores religiosos.
De las tres telas, no obstante, puede parecer la de "Santa Ludgarda" la más admirable. Aquella hermosa virgen cisterciense, arrodillada en éxtasis delante de un crucifijo al que se está encomendando, es un bello lienzo, aun reconociendo que el discreto tenebrismo disminuye el encanto, en busca, acaso, de ese sentimiento piadoso, que era su preocupación.
...Análogo brío en delicadeza y suavidad de policromía, y con ciertos errores de dibujo tapados a fuerza de oficio, el cuadro de "San Bernardo y San Roberto" bautizando a un joven impedido, completa el tríptico de los Goya de Valladolid.



Podemos ver estos cuadros junto con otras obras en el museo de San Joaquín y Santa Ana, sito en el interior del monasterio:

* De Semana Santa (incluida) al 31 de octubre: L a V de 10:00 a 13:30 // 17:00 a 20:00 S de 10:00 a 14:30 D y F cerrado

* Resto del año L a V de 10:00 a 13:30 // 17:00 a 19:00 S de 10:00 a 14:30 D y F cerrado

*TARIFAS General: la voluntad Grupos: 2 Euros (Incluye visita guiada)


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