Una lápida entre rejas


Una de las últimas obras públicas que se conocen del escultor riosecano Rodriguez Carretero (autor entre otros del monumento a José Zorrilla) es la lápida de mármol realizada en homenaje al poeta vallisoletano Emilio Ferrari, cuya colocación tuvo lugar el 25 de septiembre de 1911.

Inauguración de la lápida el 25 de septiembre de 1911.

Se aprovechaba el hecho de que la Corporación Municipal había decidido por estas mismas fechas dar el nombre del poeta a la antigua calle de Fuente Dorada (actual calle Ferrari), en una de cuyas casas, la actual número 12, había nacido en 1830 este discípulo del también poeta vallisoletano Gaspar Núñez de Arce.

















La placa, situada en la fachada exterior de dicho inmueble, es de mármol y lleva en relieve el retrato del poeta -busto de perfil- y por emblema una pluma alusiva a su vocación literaria. Debajo, antecediendo a las fechas de nacimiento y muerte de Ferrari: "22 de febrero 1830- 1 de noviembre 1907" y la inauguración de la lápida, se dispone una inscripción conmemorativa redactada por don Francisco Zarandona: "En esta casa nació el eminente poeta Ferrari. Esta lápida es homenaje sentido que Valladolid dedica a uno de sus más preclaros hijos".


En la actualidad, y desde hace tres años, el edificio en el cual nació el ilustre poeta, debido a su mal estado ha sido vaciado, conservándose únicamente sus fachadas sujetas por un aparatoso y antiestético estabilizador que tapa casi por completo la lápida del poeta. No se sabe cuando podremos volver a disfrutar de esta obra del ilustre escultor, pero si tomamos por ejemplo otros edificios podrían pasar varios años. Tal vez debería quitarse y exponerse en algún museo de la ciudad antes de que resulte dañada a causa de las obras o incluso se caiga a causa de las vibraciones, cosas más difíciles se han visto.


-Fuente: Escultura pública en la ciudad de Valladolid. José Luis Cano de Gardoqui García.

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