El Cid en Torrelobatón



Torrelobatón amaneció en el siglo XI y las luces y cámaras delataban un momento histórico, la magia del cine se apoderó de este pacífico lugar para el rodaje de El Cid. La superproducción de Hollywood eligió el municipio por su emblemático castillo para recrear la burgalesa villa de Vivar y Rodrigo Díaz en la piel de Charlton Heston dejó para siempre su huella en este rincón vallisoletano.
El pueblo apenas aparece siete minutos en la cinta, pero para aquellas escenas se necesitaron tres días de rodaje y más de 400 extras de la zona. Corría el año 1961, mes de marzo. Los días 22, 23 y 24, miércoles, jueves y viernes previos a la Semana Santa, se desarrolló la acción.



El Cid Campeador resucitó de la literatura épica y eligió Torrelobatón convertido en Vivar para el regreso de la Taifa de Zaragoza junto con su mesnada. La escena se extendió desde la falda de la colina donde se asienta el castillo hasta la arboleda que existe junto al río Hornija.
Según explica Lourdes Ortega, responsable de la oficina de turismo del municipio, además de los actores llegados de Hollywood, formaron parte de esta recreación más de 400 extras, entre ellos cerca de cien universitarios de Valladolid, sobre todo de las Facultades de Derecho y Medicina. 



El resto fueron vecinos de Torrelobatón que además aportaron aperos agrícolas, carros, bueyes y burros. También jugó un papel destacado la caballería procedente del Regimiento de Farnesio de la capital.

Esteban Lorenzo y Martín San Miguel, dos extras de 'El Cid'

Los universitarios cobraron 350 pesetas. Organizaron grupos de 50 extras con un jefe por cada uno de ellos que se ocupó de recoger el vestuario y pagar 100 pesetas a cada uno por día trabajado, un sueldo que ascendió a 350 pesetas en el caso de los universitarios que se desplazaban desde Valladolid.
Han pasado casi 60 años desde aquel gran acontecimiento que revolucionó la vida de este tranquilo municipio. Los lugareños, lejos de olvidar aquellos momentos, siguen recordándolos con todo lujo de detalles y explican orgullosos su participación en la película.
 Uno de ellos, Martín, con una cámara comprada en Francia bajo las vestiduras, intentó retratar el rodaje y recordar el momento histórico que estaba viviendo. Hoy, su foto de Charlton Heston en los campos castellanos, una imagen única ¿estaba prohibido que los extras tomaran imágenes? ilustra este reportaje.



Fue cerca de la ermita, junto al puente sobre el río Hornija y con el imponente telón de fondo del castillo (siglos XIII-XV), donde Rodrigo Díaz de Vivar (Charlton Heston) intercede ante su padre para que exima de la pena de muerte a varios emires prisioneros que, como agradecimiento, le nombran por primera vez como Cid o caudillo generoso.

Heston echándose una siesta en un descanso del rodaje

La megaestrella de Hollywood que interpretaba a Rodrigo Díaz de Vivar era, por supuesto, el objetivo de todas las miradas, especialmente de las femeninas: «Heston era muy alto y muy apuesto. Aunque era más guapo el Raf Vallone», dicen socarronas algunas en las grabaciones para el documental, en las que lamentan que la estrella de Hollywood «no se fijara en ellas». Ellos no les andaban a la zaga: hay quien recuerda que alguno de los hombres del pueblo estaba ansioso porque apareciera Sophia Loren (Doña Jimena), pero para su desgracia el mito erótico de la época se quedó lejos de Torrelobatón, donde no rodaba ninguna escena.



El documental ‘Bienvenido Mr. Heston’, primer largometraje de los directores Pedro Estepa y Elena Ferrándiz, y que se centra en el rodaje de la película El Cid en Torrelobatón (Valladolid), se estrenó en la 60 edición de la Semana Internacional de Cine (Seminci). 
La película se centra en el gran acontecimiento que vivió Torrelobatón, tras la llegada de una superproducción de Hollywood. En 1961, sus habitantes se convirtieron en figurantes y testigos del rodaje de El Cid, filme dirigido por Anthony Mann y protagonizado por Charlton Heston y Sophia Loren.



La historia, narrada por el actor Emilio Gutiérrez Caba, tiene como hilo conductor una crónica de El Norte de Castilla que detalla las anécdotas vividas por los torreños durante aquellos días. El documental cuenta con la participación de profesionales que trabajaron en dicha producción. La elección de Torrelobatón, así como de Ampudia (Palencia), Madrid o Peñíscola para el rodaje de este clásico se debió principalmente al productor Samuel Bronston.

Comentarios

Cidiano_devoto ha dicho que…
Conozco personalmente a Pedro y Elena y he de decir que aparte de ser grandes personas que se hacen querer y de respetar, han creado un trabajo excepcional, un legado cultural para ser recordado. He tenido la suerte de visitar el pueblo y la gente muy maja.
Cuando lo visite el año pasado, ya estaba la ampliación del puente y poco o casi nada se podía ver de aquel puente que sale en una escena de poco mas de 5 minutos. Imaginando la historia, el castillo que sale al fondo, bien podría haber sido el del actual Sotopalacios, castillo donde algunos creen que podría haber nacido el buen campeador.
Los 70 minutos de la película o documental bien vale su peso en oro porque nos refleja lo que significo para un pequeño vallisoletano el que Hollywood o en este caso el gran Charlton Heston o Raf Vallone estuvieran rodando allí.
Tanto Pedro como Elena y su equipo de rodaje, no se dieron cuenta de la obra tan magistral que estaban creando, recomiendo visionar el documental y de que visiten Torrelobatón porque no se arrepentirán.