En el año 1900, cuando había poco más de 3.000 automóviles circulando en Francia, los hermanos Michelin decidieron crear una pequeña guía para facilitar el viaje a los primeros conductores del siglo XX.
Aquella primera Guía Michelin, que apareció en agosto de 1900, se distribuyó de manera gratuita entre talleres y distribuidores de neumáticos, e incluía un gran número de informaciones prácticas, sobre cómo cambiar un neumático o sobre el mantenimiento del vehículo. En su prefacio, André Michelin escribió: “Esta obra aparece con el siglo y durará tanto como él”. Y no se equivocó.
Llega a España en 1910
Después de diez años de experiencia en Francia, la Guía Michelin cruza los Pirineos para guiar los viajes de españoles y portugueses. Nacía así la Guía Michelin España & Portugal, que en 164 páginas recogía información de 61 hoteles y 159 localidades de España, Portugal y Francia.
En aquellos años viajar era una aventura, sobre todo teniendo en cuenta que la gasolina se comercializaba en algunas farmacias, droguerías y talleres mecánicos.
Una anécdota significativa es que la famosa guía que hoy identificamos por el color rojo de sus tapas imprimía entonces su cubierta en color amarillo. Se editaba en español y estaba impresa en España, aunque en esa época también se conocen ediciones en francés e inglés.
En este primer número de la guía, en las páginas 130, 131 y 132, se menciona a nuestra ciudad, una ciudad que apenas superaba los 60.000 habitantes y en la que tras unas breves líneas en las que se menciona los principales monumentos se hacía especial hincapié en las distancias kilométricas que separaban a Valladolid de las principales poblaciones de la región y del resto de España, indicando cual era la carretera que convenía seguir para posteriormente mostrarnos un plano de aquella pequeña ciudad que nada se parecía a la Valladolid grande y moderna que conocemos hoy.
Llega a España en 1910
Después de diez años de experiencia en Francia, la Guía Michelin cruza los Pirineos para guiar los viajes de españoles y portugueses. Nacía así la Guía Michelin España & Portugal, que en 164 páginas recogía información de 61 hoteles y 159 localidades de España, Portugal y Francia.
En aquellos años viajar era una aventura, sobre todo teniendo en cuenta que la gasolina se comercializaba en algunas farmacias, droguerías y talleres mecánicos.
Una anécdota significativa es que la famosa guía que hoy identificamos por el color rojo de sus tapas imprimía entonces su cubierta en color amarillo. Se editaba en español y estaba impresa en España, aunque en esa época también se conocen ediciones en francés e inglés.
En este primer número de la guía, en las páginas 130, 131 y 132, se menciona a nuestra ciudad, una ciudad que apenas superaba los 60.000 habitantes y en la que tras unas breves líneas en las que se menciona los principales monumentos se hacía especial hincapié en las distancias kilométricas que separaban a Valladolid de las principales poblaciones de la región y del resto de España, indicando cual era la carretera que convenía seguir para posteriormente mostrarnos un plano de aquella pequeña ciudad que nada se parecía a la Valladolid grande y moderna que conocemos hoy.
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