Valladolid 1959. Los treinta de la Vespa


Por Victor M. Vela
Había una báscula junto al hangar de la base aérea de Villanubla que traía de cabeza a Virgilio Collantes (Valladolid, 1932) y sus compañeros de hazaña. Allí tenían que subirse todos los días y comprobar que mantenían el peso estable. Prohibido ganar o perder algún kilito durante dos meses. Estaba todo tan medido, tan milimetrado, que un gramo de más podía tirar abajo todo el castillo de naipes. Los cálculos los había hecho Pablo Collantes, hermano de Virgilio y preparador físico para la ocasión. Él se había encargado de repartir pesos para que la proeza no cayera en saco roto. Sabía que Virgilio pesaba 97 kilos. Que Manuel Herreras sumaba 49. Que Mariano Gómez tenía 40 y Ángel González 52,5. Y así hasta 30. El truco consistía en repartir esos pesos para conseguir que los treinta vallisoletanos (con Virgilio, el más pesado, sobre el sillín) pudieran subirse en una vespa y que la moto anduviera unos metros. Era difícil. Una empresa casi imposible... que se consiguió. Fue el 22 de febrero de 1959. Lo certifica el notario Ignacio Martín de los Ríos y da fe EL NORTE DE CASTILLA, que se hacía eco de la hazaña. Valladolid batía récord mundial. Treinta hombres sobre una vespa.

En 1958 Collantes ya consiguió batir el record logrando la hazaña de subir a 17 personas en una Vespa

Un año después se logró superar el record que todavía se conserva en la actualidad

Esta aventura, que se remonta al 15 de agosto de 1957. Aquel día, el Vespa Club vallisoletano recibió un telegrama desde la agrupación londinense. El secretario general Wicell Bond decía que en Inglaterra habían conseguido establecer un récord al subir a trece hombres sobre una moto y añadía: ¿Puede alguien igualarlo?
La preguntita de marras le tocó la moral a Virgilio Collantes (con taller y servicio oficial de vespa por aquella época en la calle Panaderos). ¿Que si puede alguien? «¡Nosotros podemos». Domingo 19 de enero de 1958, en el paseo de las Moreras. Cientos de personas entre el público (incluso subidos en los árboles para ver mejor) y 17 chavales encima de una vespa. «Cuando se enteraron los ingleses no nos creían. Incluso nos dijeron que no se montara más gente en la moto, que podía ser peligroso».



Con peligros iban a venir los ingleses a Collantes y compañía. «En seguida nos propusimos llegar a los 30». De ahí los ensayos en Villanubla, de ahí los controles del peso para que nadie se pasara de kilos, de ahí la labor de ingeniería para ver cómo debía ponerse cada uno. Dónde los pies y dónde las manos para no perder el equilibrio. Fueron semanas y semanas de ensayos hasta que por fin llegó la intentona final. El 22 de febrero de 1959. Treinta hombres sobre una vespa plata metalizada que a Virgilio Collantes le costó 17.000 pesetas de la época y que, por desgracia, no conserva. «Con esa moto fui a París, a la fábrica de Vespa en Italia, hice espectáculos taurinos en multitud de plazas de toros de la provincia...» ¿Cómo? «Sí sí. Chemari (José María Alonso) y yo íbamos a las plazas de toros, nos soltaban una vaquilla y nosotros la toreábamos desde la moto».
Más de cien personas llegaron a componer el activísimo Motoclub Vespa de Valladolid que a finales de los años 50 decidieron que la ciudad debía aparecer en el libro de oro de los récord históricos. Y lo consiguieron. ¡Vaya que sí!

-Fuente: El Norte de Castilla

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
D.E.P CHEMARI
Unknown ha dicho que…
Qué hazaña tan increíble.
Mi padre, José Luis Zamora, fue uno de sus participantes.
Un aplauso y un abrazo para todos esos "grandes hombres"
Unknown ha dicho que…
Mi padre Tomás Antón Luengo, otro participante de esa gesta, ahora tiene 85 tacos.