El Ayuntamiento de Valladolid proyectó ya hace algunos años la construcción de un aparcamiento subterráneo bajo el solar que hasta hace poco ocupaban los jardines de la parte occidental de la Iglesia de Santa María La Antigua. Las intervenciones previas llevadas a cabo en 2006, 2008 y 2009 evidenciaron la presencia de importantes restos de época romana (posiblemente una villae), medieval, moderna y contemporánea.
La Plaza de la Antigua atesora las únicas evidencias constructivas de época romana en la ciudad de Valladolid, correspondientes a una villa de cierta entidad, junto a 51 enterramientos de la necrópolis medieval de la Iglesia de la Antigua, el patio de un palacio renacentista bajo el que se presume la existencia de otros restos medievales y romanos, la bóveda del cauce del río Esgueva, con los restos del antiguo Puente del Bolo de la Antigua, y la manzana de edificios del siglo XVIII que se mantuvo en pie hasta hace 25 años.
Hipocausto |
Se trata de un patrimonio arqueológico de gran interés, por su amplitud cronológica, para conocer la evolución de la ciudad de Valladolid desde sus orígenes romanos hace 2.000 años, que junto a la propia Iglesia de Santa María de la Antigua constituye un emplazamiento de excepcional valor cultural.
La arqueóloga Ana Sandoval, explica que los restos encontrados se encuentran «en un estado de conservación espectacular» y certifican la existencia de un asentamiento romano en el espacio que hoy ocupan la plaza de la Universidad, la calle Solanilla, Magaña, Bajada de la Libertad y el entorno del Calderón. «Hemos encontrado restos romanos en toda esta zona y certifican que hubo un asentamiento. Se trataba de una pequeña loma junto al Esgueva. Los pueblos antiguos buscaban espacios con agua y una buena orientación y este era un lugar idóneo, al lado del río y hacia el oeste».
La arqueóloga Ana Sandoval, explica que los restos encontrados se encuentran «en un estado de conservación espectacular» y certifican la existencia de un asentamiento romano en el espacio que hoy ocupan la plaza de la Universidad, la calle Solanilla, Magaña, Bajada de la Libertad y el entorno del Calderón. «Hemos encontrado restos romanos en toda esta zona y certifican que hubo un asentamiento. Se trataba de una pequeña loma junto al Esgueva. Los pueblos antiguos buscaban espacios con agua y una buena orientación y este era un lugar idóneo, al lado del río y hacia el oeste».
Las razones que pueden explicar este portentoso estado de conservación se encuentran en que la vivienda se encontraba en un lugar muy cercano a la actual iglesia de La Antigua, por lo que las intervenciones urbanísticas a lo largo de la historia han sido casi nulas. No ocurre lo mismo en zonas cercanas donde también se han encontrado restos de la época romana, aunque en mucho peor estado, ya que las posteriores construcciones -medievales y modernas- destruyeron en gran medida el patrimonio.
-Fuente: Norte de Castilla, Ecologistas en Acción, Arqueólogos
Comentarios
Bastante se han cargado ya en otras épocas, que aprendan de una vez, RUINAS ROMANAS NO SE ENCUENTRAN TODOS LOS DIAS.
Que se gasten esos tres millones de euros en arreglar las ruinas y el jardin, y en contribuir a arreglar la iglesia, que la torre, que es una de las cosas mas características está que da pena, y el interior aún mas, y tiene muchas humedades...