En el inicio de las barandillas del puente del Cubo o de Isabel la Católica había unas pilastras de piedra, talladas con el escudo de Valladolid y la fecha de inauguración: 1956.
Hace ya más de un año de la remodelación del Puente y a pesar de las exigencias de un colectivo vecinal tratando de recuperarlas la respuesta del Ayuntamiento ha sido contundente: «Los sillares son relativamente modernos, no tienen valor patrimonial alguno, sí pueden tenerlo testimonial por lo que significaron donde estuvieron ubicados, y no volverán a su sitio de origen porque no son acordes al estilo moderno impregnado en este paso de una ribera a otra».
Esto ya ha pasado antes. Plaza Universidad: desaparece una farola con base de piedra o banco octogonal y 4 brazos, así como la fuente de piedra de la isleta de la plaza. Resultado: ante cierto clamor popular se repuso la farola con base de piedra, delante del edificio de la Universidad. La fuente de piedra se trasladó a los jardines, frente a la estatua de Cervantes.
Plaza Fuente Dorada: En la rehabilitación de un edificio con soportales se retiraron varias columnas de piedra antiguas. Resultado: hubo que buscar las citadas columnas de piedra donde estaban y reponerlas al lugar donde llevaban varios cientos de años.
Estas pilastras forman parte de esa pequeña historia de Valladolid que se va escribiendo a través de pequeños detalles, rincones, etc., que en muchos casos se ha perdido, pero que si nos lo proponemos no siempre tiene que ser así.
Comentarios
Al grito de progreso, progreso, se han tapado arcos con cemento, necropolis judías o retirado como en este caso, piezas no tan valiosas por su antigüedad como por su representación de la ciudad y de los vecinos que no quieren ver su ciudad llena de cemento y hierros impersonales.
Un saludo.