La Casa Consistorial de Valladolid situada en el flanco norte de la Plaza Mayor de la ciudad es la sede del Ayuntamiento de Valladolid, donde se hallan los órganos de gestión y gobierno de Valladolid; la alcaldía, el pleno municipal y la junta de gobierno local.
La antigua casa
En un principio, el Ayuntamiento celebró sus primeras reuniones en locales ajenos, hasta 1338, año en que se construyeron unas casas propias en la antigua Plaza de Santa María (hoy Plaza de la Universidad), las reuniones se celebraron en el claustro de la Colegiata. Simultáneamente a este edificio, existió otra Casa Consistorial, situada en la actual Plaza Mayor, en unos terrenos cedidos por el desaparecido Convento de San Francisco, situados en la acera sur de la plaza.
Antigua Casa Consistorial
A raíz del incendio de 1561 y la destrucción total del entorno, el Ayuntamiento decidió cambiar la ubicación del consistorio, ocupando el lugar que tiene actualmentey presidiendo la reformada Plaza Mayor. El edificio fue proyectado en 1561 por Juan Sanz de Escalante con posteriores modificaciones de Francisco de Salamanca y de Juan de Herrera y seguía el modelo austero impuesto por la casa de Austria. De su silueta destacaban dos torres en los extremos y una torre campanario con reloj en el centro que se incorporó a mediados del siglo XIX con materiales procedentes del derribo del Convento de San Francisco.
Maqueta de la antigua Casa Consistorial (Museo de Valladolid)
Las obras se iniciaron en 1562 y terminaron en 1577. En el siglo XVII se construyeron los torreones laterales y en 1833 se erigió la torre del reloj. La antigua casa Consistorial constaba de dos cuerpos; el inferior poseía tres balcones a cada lado y una puerta central y el cuerpo superior tenía una serie de 17 arcos sucesivos.
Este edificio se encontraba al llegar el siglo XIX en un lamentable estado de conservación, por lo que en 1879 a propuesta del alcalde de la ciudad Miguel Íscar, se solicitó un informe sobre la seguridad del inmueble tras el cual, el pleno municipal del 10 de febrero acordó el derribo de este viejo consistorio para la construcción de otro más moderno y que contaría con mayor capacidad. El derribo de la antigua casa consistorial se inició el 12 de agosto de 1879 y sus restos fueron empleados para la construcción de la cascada y el estanque del parque del Campo Grande. El Ayuntamiento se ubicó entonces en el Palacio de Ortiz Vega, de la calle del Duque de la Victoria y más tarde en el Seminario Conciliar, adjunto a la desaparecida Escuela Normal de Maestros de la calle López Gómez.
La nueva Casa Consistorial
En 1880, se convocó concurso público de ideas para su construcción del que resultó ganador el proyecto del arquitecto local Antonio Iturralde Montel, aunque el diseño no gustó demasiado y la Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción cuestionó el proyecto elegido. Sin embargo, las obras la construcción del nuevo edificio no comenzaron hasta 1892, debido, sobre todo, a las dificultades económicas que atravesaba el Ayuntamiento de Valladolid.
Construcción de la actual Casa Consistorial
Un año después, en 1893, se iniciaron discrepancias entre Iturralde y el Ayuntamiento; este acusaba al arquitecto de no disponer de un proyecto estable y de errores en el cálculo del coste total de la obra. Finalmente, las obras se paralizaron en marzo de 1894 hasta la muerte del arquitecto en 1897 cuando se pudo rescindir el contrato.
El Ayuntamiento optó entonces por realizar un sorteo con el fin de encontrar un arquitecto para la continuación de las obras, entre aquellos que recientemente hubiesen dirigido la construcción de edificios:
«[...]grandiosos y artísticos, destinados a servicios públicos»
De los seis arquitectos que se barajaron, el elegido fue el abulense Enrique María Repullés y Vargas, a quien corresponde el edificio actual. Tras la presentación del proyecto, Repullés derribó todo lo efectuado hasta el momento del proyecto de Antonio Iturralde debido a la imposibilidad de aprovechar lo ya edificado, modificando el proyecto inicial.
El edificio de Repullés es de estilo ecléctico, de carácter beaux-artiano con inspiración renacentista; para su diseño el arquitecto se inspiró en el palacio de Monterrey de Salamanca, aunque empleó piedra granítica para el zócalo y para la cimentación, procedente de Campaspero y Villanubla, y ladrillo prensado para los muros de la fachada a excepción de la parte central de la misma.
Se trata de un edificio de planta rectangular y grandes dimensiones; 2.598 m². Tiene cuatro alturas, sótano y tres plantas, precedida de un balcón en su fachada principal, con torres rectangulares y patio interior. En el cuerpo central se halla una torre más esbelta que las de las esquinas en la que se encuentra el reloj, obra de Moisés Arroyo, y el escudo de Valladolid.
El nuevo edificio se inauguró el 19 de septiembre de 1908.
Interior
El interior se diseñó con pretensiones historicistas, decorándose con pinturas del mismo género, originales del cubano Gabriel Osmundo Gómez. La escalera es de tipo imperial, concebida por los hermanos Gargalló y realizada en mármol y bronce completándose con varias vidrieras entre la que destaca la central en la que están representados el escudo de la ciudad flanqueado por un abanderado y un macero.
Vidriera interior
En el piso principal se encuentran dos reposteros con pasajes de la vida de los Reyes Católicos vinculadas a la ciudad y bajo estos las antiguas arcas consistoriales, donde durante mucho tiempo se custodiaron los documentos y dineros del Ayuntamiento.
A través de unas puertas situadas a ambos lados de estos elementos se accede al salón de recepciones; de planta rectangular que se abre al balcón que preside la Plaza Mayor. La decoración corrió a cargo de los hermanos Gargalló y en la pared que da al balcón se hallan vidrieras que representan escenas de personajes importantes en la historia de la ciudad. El suelo es de maderas nobles, las paredes están decoradas con motivos a Candelieri y la bóveda alberga frescos de Osmundo Gómez con escenas alegóricas sobre la fundación de la villa. Completan la decoración de la sala un repostero con el escudo de Valladolid y retrato de cuerpo completo de Pedro Ansúrez, primer señor de la villa. En el salón de recepciones se realizan reuniones protocolarias, actos institucionales etc.
Parte trasera del edificio
Anexos al salón de recepciones se hallan la sala de concejales, empleada actualmente para ruedas de prensa y reuniones de las comisiones municipales, y el despacho del alcalde. La decoración de la sala de alcaldía corrió a cargo de Francisco Prieto. El mobiliario de la sala es de madera de nogal, decorado con relieves de escenas bíblicas, y fue adquirido en subasta. En este despacho se celebran las sesiones de la Junta de Gobierno Local y las reuniones de los concejales del Ayuntamiento con la delegación. En la antesala del despacho, se halla la secretaría del alcalde, la sala de visitas y la oficina de la jefatura de Gabinete de Gobierno y Relaciones.
En la parte trasera del edificio, hacia su fachada posterior que da a la plaza de la Rinconada, se halla el Salón de Sesiones o Salón de Plenos. De planta rectangular, está decorado siguiendo el estilo historicista del resto de la casa Consistorial, y corrió a cargo de Algueró. El mobiliario fue realizado por Manuel Ibargoitia y es de madera de nogal macizo.
En los despachos y salones se conserva una notable colección de pinturas, algunas son depósito del Museo del Prado; entre ellas destacan un Florero de Benito Espinós o la Romería de San Ignacio, obra de Inocencio Medina Vera. Entre las propiedades municipales se encuentran un San Juan Bautista del siglo XVII obra de Jusepe Ribera y cuadros de autores vallisoletanos como Castro Cires, Aurelio García Lesmes entre otros. La sala principal o sala de recepciones del Ayuntamiento da a la fachada de la plaza mientras que el salón de plenos municipal corresponde a la parte trasera.
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