Sucesos paranormales en la casa natal de Jose Zorrilla

Uno de nuestros más conocidos y preciados poetas y dramaturgos, José Zorrilla, no sólo se dedicó a deleitarnos con sus obras. Sino que además tuvo un gran interés por cuestiones esotéricas, escribía en estado de sonambulismo, tuvo experiencias precognitivas y hasta llegó a presenciar apariciones de espectros.
Ahora estos sucesos se dan a menudo en la que fue su casa natal, hoy convertida en museo y que trae al borde de la locura a sus trabajadores. Objetos que se mueven, cajones que se abren o luces que se encienden, son algunos de los sucesos que se han visto entre esas paredes.
Parece ser que dichos fenómenos extraños se acentuaron a partir del momento en el que se apartó del circuito turístico de visitas una habitación que solía ocupar la abuela Nicolasa y a la que se accede por un estrecho pasillo. Habitación en la que precisamente Zorrilla vio de niño uno de esos espíritus. Recientemente ha sido de nuevo incluída en dicho circuito.
Todo apunta, y eso es lo que creen los testigos, que se trata de la abuela del autor, Nicolasa. Es precisamente a ella a quién vio de niño Zorrilla, en esa habitación clausurada, según las palabras del propio autor. Aunque no supo hasta cumplir los doce años que se trataba de ella, ya que nunca la había conocido.

Imagen extraída del programa Cuarto Milenio

Un retrato de ella reveló que era su abuela la que había visto y la que le había acariciado el pelo. Zorrilla está seguro de haber vivido esta experiencia, ya que recordaba las caricias y las palabras de su abuela diciéndole: “Soy tu abuelita; quiéreme mucho, hijo mío, y Dios te iluminará.”

Puerta de acceso a la habitación de la abuela Nicolasa

Los testimonios cuentan que el supuesto fantasma de la abuela no es malo si no travieso y se dedica a abrir las puertas las veces que haga falta hasta que se canse el trabajador que se empeña en cerrarlas.

Este espejo según el testimonio de uno de los vigilantes de seguridad se desprendió sólo y se rompió tras caerse al suelo.

Tira espejos, y mueve floreros. Además mantiene en forma al guardia de seguridad que tiene que ir a apagar las luces del inmueble unas cuantas veces por noche.
Otra estancia de la casa que parece estar rodeada de misterio es “el cuarto oscuro”, en el que seguramente se encerraría con cierta frecuencia al pequeño Zorrilla.


El cuarto oscuro

Todo razones de peso para ir a visitar ese emblemático y misterioso lugar situado en Valladolid, ciudad natal de José Zorrilla. ¿O son más bien razones para dejar de ir, no vaya a ser que tengamos que compartir paseo con un la abuela Nicolasa...?

Habitación de la abuela Nicolasa






-Vease tambien: La casa de José Zorrilla

Comentarios

Luis Manteiga Pousa ha dicho que…
Conozco gente de máxima confianza que ha experimentado fenómenos "paranormales" varias veces. Yo, en menor medida, también he vivido alguno. Que explicación tienen no lo se pero de que existen doy fe.