La fuente de la Salud, situada detrás del barrio de Pajarillos, en las laderas de San Isidro, ya era conocida en el siglo XVI, pues en 1586 se acordó la necesidad de repararla aduciendo que “es de muy buena agua y necesaria para la provisión de los vecinos de esta villa”. Fuente muy atendida por el Municipio, se ha venido poniendo mucho interés en que estuviera corriente y con abundante caudal. A ello contribuyeron en buena medida los gremios.
En 1625, el Ayuntamiento decidió arreglarla, para lo cual no escatimaría piedra sobrante de otras obras, como la que había en la puerta del Consistorio y en la fuente de la Rinconada. Tal obra se realizó, finalmente, en 1631. Se arregló a conciencia encañando sus aguas, haciendo arcas, alcantarillado y un pilón para las cabalgaduras. Además se la edificó con paredones, antepechos, bolas, enlosado, asientos, columnas, mascarón y caño.
Foto: AMVA |
En 1625, el Ayuntamiento decidió arreglarla, para lo cual no escatimaría piedra sobrante de otras obras, como la que había en la puerta del Consistorio y en la fuente de la Rinconada. Tal obra se realizó, finalmente, en 1631. Se arregló a conciencia encañando sus aguas, haciendo arcas, alcantarillado y un pilón para las cabalgaduras. Además se la edificó con paredones, antepechos, bolas, enlosado, asientos, columnas, mascarón y caño.
Personas cogiendo agua de la fuente de la Salud en el barrio de Pajarillos |
A mediados del siglo XVIII conoció gran afluencia de gente al formarse el paseo de San Isidro desde las puertas de Tudela: en 1725 el Ayuntamiento libró 3000 reales para acabar de hacer que corriera el agua, importe que incluía el coste de una plantación de árboles que desde la puerta de Tudela seguía el camino hasta la Ermita de San Isidro. En 1787, bajo la dirección de Gabriel Mozo, se adecentó recomponiendo su enlosado, caños y asientos, y se procedió a limpiar su encañado.
A finales de ese siglo, la fuente suministraba agua a los habitantes del arrabal de la Cistérniga. Hay noticias de que en 1863 se llegó a secar; y en 1875 se hicieron nuevos arreglos en sus cañerías.
La fuente y paseo de la Salud, como otros parajes de la ciudad, tenía guarda municipal, por eso, cuando en 1859 murió Tacho Quintana, que hasta entonces era el guarda de la fuente, al día siguiente de su fallecimiento, se registran en el Ayuntamiento nueve solicitudes de aspirantes al puesto. Este, oficialmente, se denominaba “Guarda y caminero del Paseo y Fuente de la Salud”. Para facilitar la tarea de guarda se construyó en 1862 una casilla donde pudiera guarecerse.
-Fuente: Fuentes de Vecindad. Jesús Anta Roca
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