El Hotel Moderno fue obra del mismo arquitecto que proyectó el actual ayuntamiento, Enrique Repullés, quien probablemente diseñó los arcos más altos que el resto de los soportales con la idea de que todas las casas de la Plaza Mayor tuviesen algún día el mismo aspecto. Se hizo sobre un viejo edificio (en el que habían estado la peluquería de Nieto -que se puso después en la acera de San Francisco- y una fábrica de gaseosas, dejando una calzada más amplia y abriendo la salida de la calle hacia Fuente Dorada para crear lo que luego sería Calle de Ferrari, o sea, la prolongación de la Acera de San Francisco.
Desde su apertura al público en este lugar (antes había existido como "restaurant" en otro emplazamiento), el Hotel Moderno ofreció a sus clientes la misma atención que ya tenía por costumbre previamente, mas un servicio de desplazamiento a la estación de trenes. Al llegar a Valladolid los primeros automóviles, el hotel puso a disposición del viajero el coche que se ve en la fotografía, convenientemente situado a la puerta del edificio para comodidad del usuario.
Desde su apertura al público en este lugar (antes había existido como "restaurant" en otro emplazamiento), el Hotel Moderno ofreció a sus clientes la misma atención que ya tenía por costumbre previamente, mas un servicio de desplazamiento a la estación de trenes. Al llegar a Valladolid los primeros automóviles, el hotel puso a disposición del viajero el coche que se ve en la fotografía, convenientemente situado a la puerta del edificio para comodidad del usuario.
-Fuente: Valladolid hace 100 años. - Joaquín Díaz
ISBN: 978-84-936875-0-2
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