El desaparecido convento de Nuestra Señora de la Victoria fue el segundo que fundó la Orden de los mínimos de San Francisco de Paula en Castilla la Vieja. Se establecieron en 1544 en la ermita que existía al otro lado del Puente Mayor dedicada a San Roque, compartiendo su uso con los cofrades. En 1595 los frailes adquirieron la propiedad de todo el edificio.
El licenciado Hermano de Villafañe, oidor de la Chancillería, fundó en el convento un colegio para estudio de artes, cuya dotación fue aumentada por doña Luisa del Val antes de 1585.
En 1602 el Conde de Ribadavia, adelantado mayor del reino de Galicia, cumpliendo las disposiciones testamentarias de doña Ana de Zúñiga, se comprometió –por vía de patronato- a construir de nuevo la capilla mayor de la iglesia conventual que había de servir como panteón a la difunta. De los planos se encargó Pedro de Mazuecos pero el proyecto no se llevó a cabo.
Fue en 1613 cuando el arquitecto Francisco de Praves sio la traza definitiva para la capilla mayor, conservando el resto del templo su estructura primitiva que se cubría con madera. Para la obra se señaló como plazo una duración de cinco años y el arquitecto se comprometió a ejecutarla por 10.000 ducados.
En 1717 se arruinó la parte antigua del templo y en 1722 el arquitecto Matías Machuca acometió la “nueva reedificación que se había arruinado en la iglesia y capillas de dho convento”. El mismo arquitecto dirigía en 1725 “la nueva obra que se ha de ejecutar en la fachada del quarto de mediodía” del convento, concluyéndose la fachada de la iglesia hacia 1730, única parte que se ha conservado del antiguo convento, adosada al nuevo templo que sustituyó al destruido en 1964.
Aunque la fachada se ha atribuído al mismo Matías Machuca, su carácter conservador y geométrico así como su claridad compositiva no concuerdan con otras obras de Machuca, existiendo la posibilidad de que fuese diseñada por algún fraile arquitecto perteneciente a la misma orden.
Para la torre y campanario del convento hacían en 1651 una campana los maestros Juan de Toca y Melchor de la Maza y en 1749 se colocaba el Santísimo “en su retablo nuevamente dorado”.
El convento fue desmontado por las tropas francesas en 1812 y en 1861 después de servir su templo como ayuda de parroquia a la de San Nicolás, se erigió en parroquia independiente. El nuevo templo se inauguró el 12 de marzo de 1967.
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El licenciado Hermano de Villafañe, oidor de la Chancillería, fundó en el convento un colegio para estudio de artes, cuya dotación fue aumentada por doña Luisa del Val antes de 1585.
En 1602 el Conde de Ribadavia, adelantado mayor del reino de Galicia, cumpliendo las disposiciones testamentarias de doña Ana de Zúñiga, se comprometió –por vía de patronato- a construir de nuevo la capilla mayor de la iglesia conventual que había de servir como panteón a la difunta. De los planos se encargó Pedro de Mazuecos pero el proyecto no se llevó a cabo.
Fue en 1613 cuando el arquitecto Francisco de Praves sio la traza definitiva para la capilla mayor, conservando el resto del templo su estructura primitiva que se cubría con madera. Para la obra se señaló como plazo una duración de cinco años y el arquitecto se comprometió a ejecutarla por 10.000 ducados.
En 1717 se arruinó la parte antigua del templo y en 1722 el arquitecto Matías Machuca acometió la “nueva reedificación que se había arruinado en la iglesia y capillas de dho convento”. El mismo arquitecto dirigía en 1725 “la nueva obra que se ha de ejecutar en la fachada del quarto de mediodía” del convento, concluyéndose la fachada de la iglesia hacia 1730, única parte que se ha conservado del antiguo convento, adosada al nuevo templo que sustituyó al destruido en 1964.
Aunque la fachada se ha atribuído al mismo Matías Machuca, su carácter conservador y geométrico así como su claridad compositiva no concuerdan con otras obras de Machuca, existiendo la posibilidad de que fuese diseñada por algún fraile arquitecto perteneciente a la misma orden.
Para la torre y campanario del convento hacían en 1651 una campana los maestros Juan de Toca y Melchor de la Maza y en 1749 se colocaba el Santísimo “en su retablo nuevamente dorado”.
El convento fue desmontado por las tropas francesas en 1812 y en 1861 después de servir su templo como ayuda de parroquia a la de San Nicolás, se erigió en parroquia independiente. El nuevo templo se inauguró el 12 de marzo de 1967.
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-Fuente: Monumentos religiosos de la ciudad de Valladolid. Parte Primera. (Juan José Martín González y Jesús Urrea Fernández).
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