Junto a San Gregorio se erige la Casa del Sol y la iglesia de san Benito el viejo, fundaciones de Diego Sarmiento y Acuña, conde de Gondomar. Este noble poseyó una magnífica biblioteca. Escribió Sangrador:
“Se cuenta que este caballero estando de embajador en Inglaterra, suplicó repetidas veces al rey le permitiese regresar… porque temía morir…entre protestantes…Habiendo vuelto a Valladolid, murió. Su cadáver fue primeramente depositado en la bóveda de la iglesia, con un hijo suyo de corta edad. Convertida la iglesia en almacén de utensilios de guerra, fue extraído el ataúd y trasladado a una panera; desde allí, después de algunas profanaciones, paso a ocupar el hueco de una chimenea, y por último desde este sitio pasó otra vez a la iglesia donde le vi no hace muchos años abandonado. Es muy extraño que los Sres. Conde de Gondomar, sus sucesores no hayan tratado de colocar estas dos momias en un sitio más decoroso. Si D. Diego de Sarmiento hubiera muerto entre protestantes, sus cenizas hubieran sido indudablemente más respetadas".
En la ilustración los restos del conde de Gondomar en una foto tomada cuando se devolvieron a su tumba en 1991 tras la restauración de San Benito el Viejo, desde la iglesia de San Martín. A su lado en el ataúd se puede ver la parte inferior de la momia de un niño que, según la “Historia de Valladolid” de Sangrador, corresponde a un hijo suyo
“Se cuenta que este caballero estando de embajador en Inglaterra, suplicó repetidas veces al rey le permitiese regresar… porque temía morir…entre protestantes…Habiendo vuelto a Valladolid, murió. Su cadáver fue primeramente depositado en la bóveda de la iglesia, con un hijo suyo de corta edad. Convertida la iglesia en almacén de utensilios de guerra, fue extraído el ataúd y trasladado a una panera; desde allí, después de algunas profanaciones, paso a ocupar el hueco de una chimenea, y por último desde este sitio pasó otra vez a la iglesia donde le vi no hace muchos años abandonado. Es muy extraño que los Sres. Conde de Gondomar, sus sucesores no hayan tratado de colocar estas dos momias en un sitio más decoroso. Si D. Diego de Sarmiento hubiera muerto entre protestantes, sus cenizas hubieran sido indudablemente más respetadas".
En la ilustración los restos del conde de Gondomar en una foto tomada cuando se devolvieron a su tumba en 1991 tras la restauración de San Benito el Viejo, desde la iglesia de San Martín. A su lado en el ataúd se puede ver la parte inferior de la momia de un niño que, según la “Historia de Valladolid” de Sangrador, corresponde a un hijo suyo
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