En el interior de la iglesia de San Pedro Apostol se guarda el paso de la Sagrada Cena, propiedad de la cofradía del mismo nombre que tiene aquí su sede.
En 1942, en vista del buen momento económico, se promovió un concurso a nivel nacional para la adjudicación de la hechura de su paso titular, que fue fallado a favor del escultor Juan Guraya. El grupo escultórico terminó siendo enorme, y la anécdota surgió entonces con el problema de dónde guardarlo, pues la primera estructura que tuvo pesaba 5.100 kilos y su frontal medía casi cuatro metros.
Se echó mano del Ayuntamiento que cedió las instalaciones del Servicio de Limpieza, y allí fue a parar el paso justo al lado del “Tío Tragaldabas”, la popular carroza que sale en la feria de septiembre. Esta compañía tan poco respetuosa le duró poco, pues se consiguió permiso para meterlo durante un tiempo en San Pablo. Hoy se guarda en la iglesia, pues aunque apenas cabe por la puerta, fue aligerado hasta pesar “sólo” 4.500 kilos y dotado de un mecanismo que permite bajarlo en altura y ensancharlo.
Se echó mano del Ayuntamiento que cedió las instalaciones del Servicio de Limpieza, y allí fue a parar el paso justo al lado del “Tío Tragaldabas”, la popular carroza que sale en la feria de septiembre. Esta compañía tan poco respetuosa le duró poco, pues se consiguió permiso para meterlo durante un tiempo en San Pablo. Hoy se guarda en la iglesia, pues aunque apenas cabe por la puerta, fue aligerado hasta pesar “sólo” 4.500 kilos y dotado de un mecanismo que permite bajarlo en altura y ensancharlo.
-Fuente: Rincones con fantasma. (Juan Carlos Urueña Paredes). ISBN: 84-95389-97-5
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