Información facilitada para este blog por Francisco Javier Medina Cuesta
En la calle Doncellas nº 7 y situada prácticamente oculta a la vista de los viandantes si no se va exprésamente a la Facultad, nos encontramos una pequeña y antigua casita que contrasta grandemente con los edificios que la rodean. Esta casa centenaria estuvo ocupada por los sucesivos Porteros Mayores (especie de responsables de lo bedeles) de la Universidad, el último, Andrés Medina Gómez, la ocupó por jubilación del anterior Portero Mayor Sr. Velasco, que la había ocupado durante unos 30 años, y este a su vez sustituyo a otro anterior y así desde su construcción, aunque no se puede asegurar que se construyera para este fin, de dar vivienda a los porteros mayores, a cambio de una cierta vigilancia de las instalaciones a horas no lectivas, pero sí se había ocupado por ellos casi desde su construcción. Como dato de interés hago constar que el Palacio de Fabio Nelli también estaba dividido en viviendas todo él, viviendas que estaban a su vez ocupadas por trabajadores de la Universidad, y así fue hasta 1960.
La casa era ya centenaria cuando la ocupó el señor Medina allá por el año 1966. Cuando falleció su esposa en 1977 continuó viviendo en ella en compañía de uno de sus hijos Francisco Javier Medina (actual director del área de informática de la UVA) y lo hizo hasta su jubilación allá por el año 1987, así que la ocupó durante 21 años.
Con la jubilación de Andrés Medina se acabó la ocupación de la casa por la figura del Portero Mayor y como la Universidad no podía derribar la misma, dado que era más que centenaria y según la ley no se puede, se pensó en hacer una Biblioteca, o Sala de Estudio o darle alguna funcionalidad académica o científica, pero la realidad es que esta tapiada y en un estado lamentable.
La casa constaba de 2 plantas de unos 80 m² cada una, con una escalera de madera de subida de una planta a otra, no de caracol, sino poligonal, toda ella de madera, y en tiempo bueno era un autentico sanatorio, pero muy fría en invierno. Tenia jardín por la parte de dentro todo alrededor y era una maravilla, era como vivir en un chalet en pleno centro de Valladolid. El número de gatos que había por el jardín y alrededores de lo que hoy es la Facultad de Derecho era tan enorme que no aparecían ratas por allí ni de broma (dice Francisco Javier, hijo del último portero mayor).
Por último indicar que la labor del Portero Mayor en esa casa era vigilar la zona en horas de desocupación de la Facultad y controlar luces y demás. Era obligatorio vivir allí si se quería conservar el puesto.
Ver mapa más grande
-Agradezco a Francisco Javier Medina Cuesta su amabilidad por la información facilitada.
La casa era ya centenaria cuando la ocupó el señor Medina allá por el año 1966. Cuando falleció su esposa en 1977 continuó viviendo en ella en compañía de uno de sus hijos Francisco Javier Medina (actual director del área de informática de la UVA) y lo hizo hasta su jubilación allá por el año 1987, así que la ocupó durante 21 años.
La flecha señala la ubicación de la casa (años 70) antes de que la misma fuese prácticamente "fagocitada" por las actuales edificaciones. Foto:AMVA
Con la jubilación de Andrés Medina se acabó la ocupación de la casa por la figura del Portero Mayor y como la Universidad no podía derribar la misma, dado que era más que centenaria y según la ley no se puede, se pensó en hacer una Biblioteca, o Sala de Estudio o darle alguna funcionalidad académica o científica, pero la realidad es que esta tapiada y en un estado lamentable.
La casa constaba de 2 plantas de unos 80 m² cada una, con una escalera de madera de subida de una planta a otra, no de caracol, sino poligonal, toda ella de madera, y en tiempo bueno era un autentico sanatorio, pero muy fría en invierno. Tenia jardín por la parte de dentro todo alrededor y era una maravilla, era como vivir en un chalet en pleno centro de Valladolid. El número de gatos que había por el jardín y alrededores de lo que hoy es la Facultad de Derecho era tan enorme que no aparecían ratas por allí ni de broma (dice Francisco Javier, hijo del último portero mayor).
Por último indicar que la labor del Portero Mayor en esa casa era vigilar la zona en horas de desocupación de la Facultad y controlar luces y demás. Era obligatorio vivir allí si se quería conservar el puesto.
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-Agradezco a Francisco Javier Medina Cuesta su amabilidad por la información facilitada.
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