Antiguo pasadizo en el Palacio Real |
Responde al deseo de tener libertad de movimiento por las diferentes dependencias del Palacio, sin necesidad de salir a la calle y sin ser fiscalizadas por el público.
Cuando el Palacio resultaba pequeño, los monarcas arbitraban la solución de comprar casas inmediatas a él, con las que se comunicaban mediante pasadizos.
En la calle Caridad todavía se conserva parte de la típica estructura del pasadizo que allí existió |
Surge así una red de pasadizos en torno al Palacio Real; pasadizos que le unen por una parte, con los Monasterios cercanos de San Diego, San Quirce y San Pablo y por otra con el Palacio Viejo, donde el Monarca había establecido los Consejos e incluso con el más lejano de los Palacios, el de la Ribera.
Pasadizos de carácter provisional se construyeron en la Plaza de San Pablo, para las ceremonias de los bautizos de los príncipes e infantas, durante la época en que Valladolid fue Corte.
Aunque los pasadizos tuvieron su más cumplida representación en el área palacial, hasta el punto de dar nombre a una de las calles que la integran, hubo, en el Valladolid del siglo XVII, otros pasadizos, más o menos dispersos. Por ejemplo, en la calle de la Pasión, que entonces se denominaba del Pasadizo de Don Alonso, donde todavía se conserva parte de la típica estructura del pasadizo en la porción de calle correspondiente a la de la Caridad.
Pasadizo de caracter provisional que se contruyó con motivo del bautizo de Felipe II |
Como elementos integrantes de la estructura urbana, los pasadizos tuvieron una razón de ser en el Valladolid de la Corte y fue la de formar un conjunto armónico en torno al núcleo palacial. Los demás son casos aislados, y responden a un mimetismo, por parte de la nobleza, para emular la acción del Duque de Lerma.
Debemos señalar, no obstante, que fueron derribados cuando ya no cumplían su primitiva función o cuando eran obstáculos para ampliar calles o edificar nuevas casas.
Se prohíbe asimismo, la edificación de nuevos pasadizos a partir de 1625. Se suprimen también restos de colgadizos existentes en algunas portadas.
-Fuente: Urbanismo y arquitectura de Valladolid en los siglos XVII y XVIII. María Dolores Merino Beato.
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