La localidad en 1867 |
Apenas sobrepasa el centenar de habitantes y es tan pequeño que solo alcanza los 19 kilómetros cuadrados. Tan reducida fisonomía no le ha impedido labrarse una historia que para sí quisieran muchos municipios y ciudades de la península ibérica. Curiel de Duero presume de contar con dos castillos imponentes (uno de ellos, reconvertido en hotel) y dos iglesias igual de majestuosas (la de Santa María además con un soberbio artesonado mudéjar recientemente restaurado).
Curiel tuvo un pasado romano, como así lo atestigua la moneda de cobre del emperador Arcadio encontrada entre los restos arqueológicos del castillo de arriba, conocido como el de Doña Berenguela. También su topónimo. Según una tradición, sobre la puerta de la fortaleza había una inscripción que decía Hic Curules me fecere, (aquí me construyeron los Curules). No obstante, las primeras referencias documentales de Curiel datan de los años 1045 y 1065.
Leonor de Plantagent, hermana de uno de los más destacados cruzados en Tierra Santa y rey de Inglaterra, Ricardo Corazón de León, entregó el castillo de Curiel como dote cuando contrajo matrimonio con el monarca Alfonso VII, en el año 1170. Por su parte, la artífice de la unión de Castilla y León e hija de Leonor, Berenguela la Grande, fue la señora de Curiel. Durante el reinado de Fernando IV de Castilla (finales del siglo XIII y principios del XIV) se dotó a Curiel del mismo fuero real que a Peñafiel.
Foto: Juan Pablo Zumel Arranz |
El castillo de arriba es la fortaleza más antigua de la provincia de Valladolid, pues su construcción data del siglo X. Existe un dicho popular que dice ‘Buen castillo tendría Peñafiel, si no tuviera a la vista el de Curiel’.
Pedro I el cruel |
En las entrañas de la fortaleza estuvo preso Diego de Castilla y Sandoval, hijo de Pedro I el Cruel.
Enrique II, acabó con la vida de Pedro I y mandó encarcelar a los hijos varones del difunto rey: Sancho, en el Castillo de Toro, que falleció a los siete años de edad y Diego en el Castillo de Curiel. Diego murió en el castillo de Coca a los 64 años tras haber sido liberado en 1434 por la insistencia del condestable Álvaro de Luna, que estaba casado con una hija del prisionero. Permaneció entre rejas nada menos que 54 años. Uno de los cautiverios más largos de la historia de España.
Durante su largo confinamiento llegó a contraer matrimonio con la hija del alcalde del castillo. En los alrededores practicaba la caza, pero sin poder abandonar jamás su cautiverio. Quizás sea una de las más extensas y desconocidas “prisiones políticas”, por el único ‘delito’ de ser hijo de rey muerto y vencido.
Comentarios