El desaparecido Hostal Florido

 Foto AMVA

A escasos metros del Hotel Conde Ansúrez y un año después, se inauguró el Hostal Florido, un atractivo proyecto impulsado por Numeriano Riñón Martínez, cocinero de gran prestigio y largo recorrido profesional. Dado su tamaño y aunque su fachada era muy atractiva fue catalogado como hostal, habitaciones más pequeñas, no es obligatorio el ascensor ni el cuarto de baño en todas las habitaciones, ni tampoco comedor, si bien el Florido disponía de uno de bastante capacidad.
El hostal tenía 110 habitaciones y 50 cuartos de baño, distribuidos entre los cuatro pisos del edificio. 

Foto AMVA

Para captar clientes, se inventó un slogan que salía en muchos anuncios, Todo por Valladolid, que se traducia en precios realmente económicos. Comer o cenar, tanto en el hostal como en la piscina, costaba 25 pts, y en las fiestas de la parrilla, con baile incluido, 60 pts.
Los banquetes de boda y homenajes eran otra de las señas de identidad de este establecimiento, que ofrecía atractivos menús a precios razonables.
Numeriano Rincón siempre pensaba en expandirse, en ampliar sus horizontes profesionales, así que en 1963 se hizo cargo de la explotación del restaurante de la recientemente creada Feria de Muestras que, respondiendo a su dinámico caracter, amplió sucesivamente con el bar-grill Cristina y el restaurante espectáculo Rinumar.

Esta terraza acristalada, conocida como La Pajarera gozó
del favor del público durante los años en que estuvo abierta.
Era una copia de los bistrós parisinos
Foto: José Miguel Ortega

Tal vez demasiado, de modo que muy a pesar suyo se vio obligado a cerrar, en 1973, la que había sido la joya de la corona de su emporio, el hostal Florido, que fue derribado para convertirlo en un edificio de apartamentos, aunque la gente que conoció el hostal siempre le hará un huequecito en el bosque de su memoria.

Fuente: Cuatro siglos de hospedaje en Valladolid (José Miguel Ortega) ISBN:978-84-9001-506-3

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Mi tío abuelo fue Numeriano Riñón.
Mi madre y mi tía, sobrinas suyas, siempre me han contado anécdotas que ocurrieron en el Hostal Florido. Allí trabajaron a temporadas en su juventud. De allí salieron de viaje a París, a ver mundo!
Allí vivieron parte de sus juventudes en un ambiente protegido y amable en el que todos, empleados y clientes formaban una gran familia , todo siempre supervisado por la atenta mirada del tío Numeriano

Ambas conocieron allí a sus maridos.

Son historias de una época inocente y maravillosa que ya solo existe en el recuerdo
Unknown ha dicho que…
Que maravilla poder disfrutar de ésta crónica con la que he vivido ya que, mi madre Raquel Fernandez Riñón y mis tíos Leonor y Armando, son sobrinos de Numeriano Riñón y trabajaron en el Hostal en la década de los 50's
Gracias por aportar documento gráfico
Un Saludo Teresa Giorgi ... Riñón♡
Anónimo ha dicho que…
Es emotivo recordar el lugar donde mis padres se conocieron trabajando, mi padre como jefe de cocina y mi madre como asistenta de habitaciones. También recordar la memoria de Numeriano que fue padrino de bautizo y boda de mi hermana. El Hostal siempre estuvo en la memoria de mis padres haciendo muchos comentarios de recuerdos y experiencias allí vividas.
Félix E.A.