La Plaza de La Fuente Dorada


La centriquísima Plaza de Fuente Dorada, con forma de triángulo irregular, se comenzó a formar al tiempo que la plaza del Mercado (hoy Plaza Mayor) en el siglo XIII, compartieron la actividad de la ciudad, si bien la de Fuente Dorada era el núcleo principal del comercio junto con la plaza del Corrillo.
A la parte interior de la plazuela se la llamó en 1603 'La Gallinería Vieja', seguramente por vender en ella aves de corral ya muertas. Poco después ya se la conoció como La Plazuela de Fuente Dorada.


Las dos líneas de casas con soportales que formaban su contorno recibían diferentes nombres, según los oficios que allí existían.
La de Cánovas del Castillo a Teresa Gil se llamó calle de Lorigueros por venderse allí las lórigas (parte de la armadura), después se denominó de la Espadería, por venderse allí espadas y también se tituló calle de la Lancería por el comercio de lanzas. Y a la de enfrente se la llamó calle de los Guarnicioneros y los Mercaderes.


Por acuerdo del 10 de abril de 1863 se determinó que «Los Portales de Guarnicioneros desde el número 5 y los llamados de Espadería con la manzana de casas que da vista a la Fuente, se denominará Plazuela de Fuente Dorada», si bien ya desde el siglo XVII popularmente se la conocía con el nombre de la fuente. Algún motivo de bronce dorado, aunque no está claro que fuese una bola -pudo ser una pirámide- fue el motivo de su popular nombre. La referencia más antigua a la Fuente de Argales o Fuente Dorada la encontramos en una de las novelas de Miguel de Cervantes, 'La ilustre fregona', alabándola por su antigüedad y sus aguas, anteponiéndola en fama a otras fuentes de la época, no sólo de Valladolid sino de la Corte de Madrid. Hay quien dice que en 'El Quijote' se menciona esta fuente.


Cuando se hizo el viaje nuevo de Argales se proyectaron la construcción de ocho fuentes en la ciudad, pero sólo tres se llevaron a cabo: una en la Puerta del Campo (hoy Campo Grande), otra en la Rinconada y la de Gallinería Vieja.
Empezó a trabajar en la fuente en 1616 Pedro de la Bárcena, bajo la dirección de Diego de Praves, maestro de obras de la ciudad. No hay datos suficientes de cómo fue la Fuente Dorada en un principio, pero Ventura Pérez nos apuntó algunos detalles en una noticia de 1725 en la que habla de modificaciones y variaciones de algunas fuentes: «En la dorada quitaron una bola con su aguja que tenía de bronce y pusieron unos delfines de piedra y encima de un tiesto de flores a la estatua de la primavera, de tres cuartas poco más menos de alto, muy dorada, a la cual un muchacho le quitó la cabeza de una pedrada y jamás se la volvieron a poner, y hoy se llama la fuente de la primavera sin cabeza».


Posteriormente sufrió diversas reformas y en el año 1840 se colocó una nueva estatua de Apolo. Este dato ha sido olvidado a menudo por los historiadores que confunden esta figura con el conocido 'Don Purpurino'. En 1876 se reconstruyó la Fuente Dorada dándola forma de una columna con algunos motivos de dorada decoración.
El 19 de agosto de 1949 se instaló en la plaza una escultura de fundición, a la que se otorgó el mote de 'Don Purpurino', por haberse tenido la mala idea de repintarla con purpurina, según cuenta Agapito y Revilla en su libro Arquitectura y urbanismo del antiguo Valladolid. Esta figura procedía del palacio donde se ubicaba en la época el Gobierno Civil (frente al Museo de Escultura) y en 1953 fue cedida a Tamariz de Campos.


Esta fuente estaba dotada de cuatro caños, un estanque y, en el centro, un pedestal sobre el que se colocó la estatua, que representaba a un hombre joven, que podría ser un jefe inca o azteca, en cuya mano izquierda portaba un cetro, mientras que en la derecha llevaba una antorcha. La última reforma que sufrió la Fuente Dorada, antes de su desaparición consistió en una monumental estructura, que se conserva en el centro de la Plaza de la Trinidad. La última remodelación de la Plaza de Fuente Dorada data de 1997, encargada por el Ayuntamiento de Valladolid al arquitecto Fernández González Poncio.En la superficie del fondo de las esculturas aparecen inscripciones con los nombres de los antiguos gremios vallisoletanos: alfareros, lavanderas, aguadoras, lanceros, plateros... Las figuras alternan con la representación de la estaciones, la primavera mira hacia la calle de Teresa Gil y, siguiendo el movimiento del sol, le siguen el verano, el otoño y el invierno.
En la actualidad, esta plaza cuenta con una anchura de 31,43 metros, una longitud de 82,83 metros y una superficie de 2.017,28 metros cuadrados y continúa siendo un importante núcleo comercial. Se conforma alrededor con soportales con hermosas columnas de piedra con cornisas y zapatas de madera, colgando entre las columnas una farola cónica; en la columna que hace esquina con la calle de Cánovas del Castillo hay una placa en la que se lee la siguiente inscripción: «Al abandonar la calle Orates, la procesión de los reos, hubo de detenerse para ceder el paso al séquito real que subía por la Corredera. Fray Domingo de Rojas. Ruta por el Valladolid del hereje de Miguel Delibes»..


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-Fuente: VICENTE PRESENCIO REVILLA http://www.nortecastilla.es/20080520/valladolid/plaza-fuente-dorada-20080520.html
-Fotografías antiguas: Fundación Joaquín Diaz

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