La Ruta del Hereje

Nunca se hubieran imaginado los habitantes de la ciudad de Valladolid que un personaje, surgido de la imaginación del gran novelista Miguel Delibes, iba a ser objeto de tal peregrinación turística. Hoy cientos de visitantes siguen la huella de Cipriano Salcedo, en el encandilador escenario que proporciona la capital vallisoletana.

Tras el rastro de Cipriano Salcedo.

Cipriano Salcedo, personaje central de la novela El Hereje, es el hilo conductor que el escritor Miguel Delibes recrea en el escenario del Valladolid del siglo XVI. Después de publicarse la obra, considerada como cumbre de la narrativa española de la segunda mitad del siglo XX, el impacto fue tal entre los lectores e intelectuales que obligó al Ayuntamiento de la ciudad a trazar una ruta turística.
La ruta recorre los principales lugares que Delibes describe en el libro, bajo la mirada de Cipriano, que se convierte así no sólo en el protagonista y eje imaginario de la novela, sino también en un mito y una auténtica referencia turística. Con él, el viajero descubrirá cada calle, plaza y palacio del antiguo y actual Valladolid. Ni Miguel de Cervantes, ni Cristóbal Colón, ni siquiera el Conde Ansúrez -fundador de la ciudad- han logrado alcanzar tal dimensión popular y turística.

En la imagen se reproduce el momento en que varios canteros trabajan en la construcción de la fachada del Colegio de San Gregorio, situado cerca de la Plaza de San Pablo, que Delibes menciona en diversos pasajes de la obra.

Basada en el texto de Delibes, la ruta reconstruye la villa en su momento de máximo esplendor: la primera mitad del siglo XVI, cuando contaba ya con una población de 28.000 habitantes. Todo el relato gira en torno a dos grandes autos de fe acaecidos en octubre de 1559 en Valladolid, aunque el itinerario guiado va más allá y se detiene en los principales enclaves reflejados en el libro.

El recorrido

El recorrido comienza en la plaza de San Pablo, para morir en el Campo Grande, donde antiguamente estaban las puertas de la ciudad. Un total de once estaciones trazan la ruta y diversos hitos hacen referencia a algún fragmento de El Hereje, acompañado del grabado de un personaje del relato.
La casa de los Salcedo es el primer alto, al que sigue el de La Corte y la Iglesia, en el magnífico entorno de la plaza de San Pablo, donde destaca el conjunto de la iglesia, el Museo Nacional de Escultura y el Palacio de Pimentel.


A escasos metros, el turista conocerá el mundo de los letrados, en la plaza de Santa Brígida. Aquí se encuentra el convento de Santa Brígida que da nombre a la plaza y en la esquina, entre ésta y la calle de San Diego, lo que fuera el Palacio del Licenciado Francisco de Butrón, abogado de la Real Audiencia y Chancillería. El palacio se convierte en la excusa para explicar la forma de administrar justicia en la época.

La nobleza y la aspiración nobiliaria marca el siguiente hito en la plaza de Fabio Nelli, donde hoy está el Museo Provincial de Valladolid. En torno a la plaza de Palacios se ubicaron las principales mansiones y casas palaciegas de Valladolid. Hoy todavía se mantienen en pie, además del citado palacio, el de los Valverde.

En la plaza de la Trinidad, presidida por la iglesia que lleva su nombre y por la Biblioteca Municipal, se hace la siguiente parada conocida como el almacén de la Judería y el Hospital de Expósitos. Narra la novela que aquí la familia de los Salcedo tuvo un almacén de lanas, muy cerca del antiguo palacio del Conde de Benavente, que más tarde sería orfanato.
El convento de Santa Catalina, encabezando a los implicados en la Reforma, dista unos 30 metros. Las religiosas también cobran vida en la narración que explica cuál era su función en la época.
El entierro de Leonor de Vivero y la Casa de Alonso Berruguete marcan las siguientes paradas. La primera, en lo que se conoce como la Capilla de Fuensaldaña, en las traseras del convento de San Benito y en las inmediaciones de la iglesia de San Agustín y el Museo de Arte Contemporáneo. La segunda, junto a la iglesia de San Benito, es una excusa para visitar la iglesia y de paso conocer que el destacado escultor fue el encargado de realizar la 'tabla de bulto' de nuestro protagonista.
La Taberna de Garabito, entre la plaza de Fuente Dorada y la calle Cánovas del Castillo, fue lugar concurrido por Cipriano quien ya probó los excelentes vinos de Rueda. Aquí también aparece la casa de Orates y el cruce con la comitiva real.
La Plaza Mayor, punto neurálgico de la vida de la ciudad, sería el escenario de la celebración del Auto de Fe en el que se condenaría a Cipriano. Desde aquí nos dirigimos, rumbo a las puertas de la ciudad, a la calle Santiago, columna vertebral del casco histórico del Valladolid presente. Hacia la mitad, en la iglesia de Santiago, una placa recuerda que el doctor Cazalla impartió más de un sermón en su interior.


La ruta concluye en las inmediaciones de la Plaza Zorrilla, presidida por una estatua del célebre escritor, más en concreto en la Puerta del Campo, puerta de salida y entrada a la ciudad y núcleo de la mancebía que se concentraba en la actual Casa Mantilla, antiguo Hospital de la Resurrección.

Fuente: http://www.diputaciondevalladolid.es/turismo/rutas/20/Ruta+del+Hereje

-Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/8/84/Reales_Sitios_grande.jpg/800px-Reales_Sitios_grande.jpg

-Fuente: http://perso.wanadoo.es/viajerosweb/hereje/CANTEROS.jpg

-El Hereje buscando sus huellas en Valladolid

Comentarios

Rubén ha dicho que…
Una gran novela para una gran ciudad.