Al inicio de la calle Platerías en la esquina con la calle Macías Picavea, antes de Cantarranas, en la denominada Casa de la Aldaba (que no Casa de las Aldabas, de la que ya se ha escrito en este blog) existe colgada de la pared una cadena de hierro de la que pende una argolla. Asimismo, al otro extremo de la calle, en la plaza del Ochavo, existe otra de iguales características de la que la leyenda cuenta que pendió la cabeza del Condestable Don Alvaro de Luna ejecutado el 22 de junio de 1453. Este extremo es con toda probabilidad erroneo y fruto de la leyenda ,atribuyéndose a estas argollas entre otras hipótesis la función de atar el palio que se colocaba en las procesiones, especialmente el Corpus.
Pero la teoría más verosimil y menos conocida es la de Canesí Acevedo, en la que nos cuenta que con motivo del incendio que sufrió Valladolid en el año 1561 se concedió la exención de soldado o de carga concejil a los mercaderes de paños o a los moradores
"desde la esquina de la calle Cantarranas, en la que hoy se ve un pedazo de cadena dorada pendiente, hasta la entrada del Ochavo",
y a la regalía de los plateros de poder
"echar cadena, que cerraba la calle de noche y por la parte del Ochavo otra, para que no pudiese entrar la justicia en seguimiento del que se refugiase allí",
aunque señala que esta última gracia ya está derogada. Como hemos visto Canesí señala que la cadena de la Casa de la Aldaba era dorada, no sabemos si de oro macizo, si así era no nos extraña que durase poco tiempo y fuese sustituída por la de hierro que existe en la actualidad.
Pero la teoría más verosimil y menos conocida es la de Canesí Acevedo, en la que nos cuenta que con motivo del incendio que sufrió Valladolid en el año 1561 se concedió la exención de soldado o de carga concejil a los mercaderes de paños o a los moradores
"desde la esquina de la calle Cantarranas, en la que hoy se ve un pedazo de cadena dorada pendiente, hasta la entrada del Ochavo",
y a la regalía de los plateros de poder
"echar cadena, que cerraba la calle de noche y por la parte del Ochavo otra, para que no pudiese entrar la justicia en seguimiento del que se refugiase allí",
aunque señala que esta última gracia ya está derogada. Como hemos visto Canesí señala que la cadena de la Casa de la Aldaba era dorada, no sabemos si de oro macizo, si así era no nos extraña que durase poco tiempo y fuese sustituída por la de hierro que existe en la actualidad.
Comentarios