Fallecido José Zorrilla el 23 de enero de 1893 el Ateneo de Madrid lanzó la idea de erigir en Valladolid un monumento que perpetuara la gloria del poeta, realizándose una subscripción nacional. Se anunció un concurso, que fue dirigido por figuras muy representativas de las letras y las artes.
Inmediatamente comienzan a recibirse propuestas y ofrecimientos de varios escultores para realizar dicha obra. Tras alguna duda se decide convocar concurso firmando las bases en marzo de 1899 con un presupuesto de 23.366 pesetas.
Se presentaron al concurso seis proyectos eligiéndose por unanimidad el de D. Aurelio Carretero, escultor riosecano que también intervino en obras tales como el proyecto de Vallisoletanos ilustres y en el estudio de la estatua del Conde Ansúrez.
Del proyecto sobre Zorrilla hay que destacar la composición monumental del conjunto y la bella apostura de la estatua. El pedestal tenía primitivamente dos cuerpos y zócalo, en la actualidad posee uno más, añadido en 1929 con trazas de Agapito y Revilla. Todo él parece piedra caliza excepto el zócalo que es de granito.
En cuerpo superior es un cono truncado coronado con friso y una especie de capitel circular, en éste hay ocho florecillas de bronce que lo decoran, en el friso una inscripción donde se lee “Al poeta Zorrilla”. El segundo cuerpo es una pirámide truncada con un saliente en la parte que da a la calle Santiago donde va sentada la estatua de la Poesía; ésta es también de bronce y va simbolizada por una doncella con alas de mariposa, lleva en una mano una lira y con la otra adelanta el pabellón de la oreja en actitud, un tanto anecdótica, de oir recitar al poeta; la figura viste una túnica griega que le cae en suaves pliegues, toda ella está bien modelada.
En este cuerpo está también el escudo de Valladolid y algunas inscripciones: en el derecho una placa de bronce que dice: “Nació en Valladolid 21 febrero MDCCCXVIII. Murió en Madrid 23 enero MDCCCXCIII”; en la parte posterior: “Erigióse este monumento en virtud de suscripción nacional iniciada por el Ateneo Científico, Literario y Artístico de Madrid. Año MCM”.
Aunque ha habido algunos cambios, la estatua está hoy con arreglo a su concepción primitiva. Zorrilla está mirando hacia la ciudad. Recita; por eso sostiene un pliego en una mano y con la otra parece modular la palabra. Viste conforme a su época. Lleva levita y abrigo; para mayor naturalidad, el pantalón cae desgarbadamente; enmarañados cabellos y barbas envuelven su cabeza. Carretero se atuvo a la personalidad de Zorrilla.
Se inauguró en septiembre de 1900, evento del que da cuenta detallada el Norte de Castilla del 14 de dicho mes: Misa de medio pontifical, comitiva con todas las autoridades y banda de música y llegada al emplazamiento del monumento para proceder a descubrirlo a la par que el Orfeón Pinciano interpretaba el “Himno de Castilla”.
Inmediatamente comienzan a recibirse propuestas y ofrecimientos de varios escultores para realizar dicha obra. Tras alguna duda se decide convocar concurso firmando las bases en marzo de 1899 con un presupuesto de 23.366 pesetas.
Se presentaron al concurso seis proyectos eligiéndose por unanimidad el de D. Aurelio Carretero, escultor riosecano que también intervino en obras tales como el proyecto de Vallisoletanos ilustres y en el estudio de la estatua del Conde Ansúrez.
Del proyecto sobre Zorrilla hay que destacar la composición monumental del conjunto y la bella apostura de la estatua. El pedestal tenía primitivamente dos cuerpos y zócalo, en la actualidad posee uno más, añadido en 1929 con trazas de Agapito y Revilla. Todo él parece piedra caliza excepto el zócalo que es de granito.
En cuerpo superior es un cono truncado coronado con friso y una especie de capitel circular, en éste hay ocho florecillas de bronce que lo decoran, en el friso una inscripción donde se lee “Al poeta Zorrilla”. El segundo cuerpo es una pirámide truncada con un saliente en la parte que da a la calle Santiago donde va sentada la estatua de la Poesía; ésta es también de bronce y va simbolizada por una doncella con alas de mariposa, lleva en una mano una lira y con la otra adelanta el pabellón de la oreja en actitud, un tanto anecdótica, de oir recitar al poeta; la figura viste una túnica griega que le cae en suaves pliegues, toda ella está bien modelada.
Preparando los cimientos para la estatua de Zorrilla.
En este cuerpo está también el escudo de Valladolid y algunas inscripciones: en el derecho una placa de bronce que dice: “Nació en Valladolid 21 febrero MDCCCXVIII. Murió en Madrid 23 enero MDCCCXCIII”; en la parte posterior: “Erigióse este monumento en virtud de suscripción nacional iniciada por el Ateneo Científico, Literario y Artístico de Madrid. Año MCM”.
Día de la inauguración
Aunque ha habido algunos cambios, la estatua está hoy con arreglo a su concepción primitiva. Zorrilla está mirando hacia la ciudad. Recita; por eso sostiene un pliego en una mano y con la otra parece modular la palabra. Viste conforme a su época. Lleva levita y abrigo; para mayor naturalidad, el pantalón cae desgarbadamente; enmarañados cabellos y barbas envuelven su cabeza. Carretero se atuvo a la personalidad de Zorrilla.
Se inauguró en septiembre de 1900, evento del que da cuenta detallada el Norte de Castilla del 14 de dicho mes: Misa de medio pontifical, comitiva con todas las autoridades y banda de música y llegada al emplazamiento del monumento para proceder a descubrirlo a la par que el Orfeón Pinciano interpretaba el “Himno de Castilla”.
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