En la antigüedad disponer de nieve y hielo durante los meses más calurosos para refrescar bebidas y conservar alimentos, además de para usos terapéuticos, resultó ser toda una necesidad, generándose a su alrededor una industria que llegó a ser hasta tradicional, creando puestos de trabajo y contribuyendo al desarrollo de todo un entramado comercial, para acabar dejándonos al final todo “un patrimonio industrial de la nieve”.
A comienzos de la Edad Moderna, eclosiona el consumo de la nieve y el hielo; en el siglo XVI se populariza su uso siendo las clases elevadas (la realeza, el clero y la nobleza) las que contribuyen a su expansión, lo que crea un desarrollo del comercio en toda Europa, y que perdura hasta finales del siglo XIX y primeras décadas del XX, coincidiendo con la incipiente competencia industrial de producción de hielo. En España, el consumo se hizo masivo a partir del siglo XVI, lo que obliga a la construcción de los pozos neveros y se convierte en artículo de primera necesidad, siendo los siglos XVII y XVIII los de su mayor apogeo.
Nava pretende que su Pozo de la Nieve sea declarado BIC - Foto: Jonathan Tajes. (Foto: El día de Valladolid) |
El abastecimiento local del producto se convirtió en un obligatorio servicio público, estimándose como un servicio común más. Era inexcusable su suministro, con obligación de su venta al público en general y con la necesidad de cumplir un servicio social para con los enfermos de los hospitales y los menesterosos.
Las neveras, pozos de nieve o hielo, que así se denominaron, consistían en la apertura de una poza (más amplia que los pozos), cuyas paredes se revestían de mampostería caliza o bien de fábrica de ladrillo, dotada en su fondo de un conducto de desagüe destinado a evacuar el agua de deshielo. En este recipiente se apisonaba, por tongadas o capas, la nieve o el hielo acarreado, extendiendo cada 30 cms una capa de paja con la doble finalidad de contribuir al aislamiento térmico y a servir de junta de rotura para extraer los trozos de hielo para su venta. A muchas de estas neveras no se las dotó de edificio protector.
Venta de hielo
Su uso se generalizó durante los siglos XVII-XVIII, cuando los neveros (nombre con el que se conocía a los trabajadores del pozo) transportaban la nieve desde la montaña y la almacenaban en estos edificios donde la prensaban. Una vez formada la capa de hielo de metro y medio de espesor, se ponía por encima paja para su posterior conservación y comercialización. De igual forma, la nieve se vendía en forma de aloja (nieve mezclada con miel y otras especias).
GÓMEZ FERNANDEZ-CABRERA, Jesús: Villa de Orgaz.- Disponible en www.villadeorgaz.es |
El pozo de nieve de Nava del Rey
Situado junto al Lavajo de las Cruces, a la derecha del camino que conduce hacia la ermita de Nuestra Señora de la Concepción, se levanta el que fue durante siglos el único refrigerador de hielo de la localidad y de los alrededores.
El pozo de la nieve de Nava del Rey antes y después de su rehabilitación |
Foto: Jesús Anta Roca (https://jesusantaroca.wordpress.com/tag/nava-del-rey/) |
En 1906 el Ayuntamiento construyó anexo al pozo una casa-asilo que hoy no existe. En la década de los sesenta del siglo XX el pozo se utilizó como depósito de orujo, e incluso de paja.
En 2010, ante el acelerado deterioro del edificio y la falta de financiación por otras vías, el Ayuntamiento de Nava del Rey restauró el edificio bajo la dirección del arquitecto Alfonso González Gaisán.
Las obras fueron financiadas a cargo del Fondo Estatal de Empleo y Sostenibilidad Local, el designado Plan E.
HORARIO:
Abierto todos los días.
- VERANO (21 de junio-14 de septiembre): 08 a 20 h.
- INVIERNO (15 de septiembre-20 de junio): 08 a 18 h.
Fuentes:
-https://www.santiagonoguero.es/pozos-de-nieve-y-hielo/
-EDIFICIOS Y CONJUNTOS DE LA ARQUITECTURA POPULAR EN CASTILLA Y LEÓN (José Luis Sáinz Guerra)
-https://www.elnortedecastilla.es/v/20110331/valladolid/nava-pide-pozo-nieve-20110331.html
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Mª Eugenia García Rodríguez.