En el año 1888 un grupo de aficionados, comerciantes e industriales vallisoletanos, decidieron constituir una sociedad anónima denominada "Sociedad Taurina de Valladolid, S. A." para hacer hincapié en la necesidad de la existencia de un coso taurino que se adecuara a la importancia de la ciudad y en consecuencia a la afición que de siempre ha existido en ella por los toros. El texto de constitución recogía así esta necesidad: "Que teniendo en cuenta la importancia de esta población y a pesar de ello carece de una plaza de toros o circo taurino digno de la capital de Castilla la Vieja...".
Los señores comparecientes, después de varias reuniones, resolvían construir aquel en las afueras de Valladolid. El edificio habría de estar situado en la intersección de la Cañada de Puente Duero (hoy Paseo de Zorrilla) con la antigua Carretera de Salamanca (hoy calle Puente Colgante) en un solar que ocupaba una superficie de 16.557 m2
Los señores comparecientes, después de varias reuniones, resolvían construir aquel en las afueras de Valladolid. El edificio habría de estar situado en la intersección de la Cañada de Puente Duero (hoy Paseo de Zorrilla) con la antigua Carretera de Salamanca (hoy calle Puente Colgante) en un solar que ocupaba una superficie de 16.557 m2
El capital social fundacional ascendía a 250.000 pesetas y estaba repartido de forma desigual entre trece personas. Los estatutos de la nueva sociedad se inscribieron en el Registro Mercantil el día 12 de Marzo de 1901 y el Consejo de Administración lo presidían los señores Santos Vallejo y Briñas Enciso. Dato anecdótico es el que la Casa de Beneficencia, que hacía uso del viejo coso de Fabio Nelli con fines caritativos, ante la inminencia de la construcción de la nueva plaza, mantuvo un importante pleito con la nueva sociedad para poder continuar allí con su actividad. Pleito que se resolvió con la compra de la vieja plaza por parte de la “Sociedad Taurina”
Se presenta el proyecto del nuevo coso el 12 de diciembre de 1888, realizado por D. Teodosio Torres López, arquitecto de la Diputación Provincial, natural de Villalón de Campos y autor, entre otros edificios de la ciudad de Valladolid, del Instituto Zorrilla. Los constructores fueron D. Federico Paradejordi y D. Martín de Requesens. Los elementos de fundición procedieron de la de Leto Gabilondo, de Valladolid, y todos los trabajos de pintura los realizó Andrés Gerbolés Villán.
Estatua homenaje al torero Fernando Dominguez, sita en los aledaños del coso.
Se trata de un edificio de estilo neomudéjar constituido por un polígono de 50 lados y construido en ladrillo, piedra, hierro y madera que posee una elegante fachada de ladrillo con pilastras, arcos ciegos, dos impostas y ventanas en arco de medio punto, sencillas en la primera planta y dobles en la segunda, rematada por una airosa crestería, obra de Leocadio Cilleruelo.
El espacio para el público lo constituye un tendido macizo formado por un relleno y con refuerzos radiales de piedra que delimitan puertas y vomitorios. Los asientos son de piedra sillar y el límite exterior de dicho tendido lo conforma un grueso muro sobre el que se apoyan los pies derechos de fundición que sostienen el piso de gradas altas.
Las plantas de grada son de obra, conformadas por una estructura de viguetas de hierro con bovedillas de ladrillo sobre las que se asienta el piso de las mismas. La primera planta tiene sus basamentos en unos esbeltos arcos de medio punto de ladrillo que se disponen, entre la fachada y el muro de remate del tendido, de forma regular y en el pasillo circular de acceso a los vomitorios de los tendidos y de las escaleras para los pisos superiores. El graderío original era de madera, sobre una ligera estructura del mismo material.
La cubierta, de madera y teja plana, está sostenida por columnas de hierro rematadas por arcos apuntados. Son dignos de destacar todos los elementos de fundición que componen estas columnas, de sección octogonal y con bonitos capiteles y remates. En la parte superior tienen un elegante cierre en forma de arcos apuntados con una artística celosía. También las barandillas de las delanteras de gradas y palcos tienen caprichosas formas y volutas.
El diámetro del ruedo es de 50 metros y el callejón tiene una anchura de 2 metros, separado de los tendidos por un zócalo de piedra con antepecho de hormigón rematado por dos cables de acero con soportes de hierro y del ruedo por una barrera de tableros de madera encajados en pilarotes de hormigón, con 4 burladeros y 5 puertas dobles de acceso ruedo: de cuadrillas, de arrastre, de presidencia y dos auxiliares; así como una sencilla de toriles.
Las dependencias son funcionales, espaciosas y bien diseñadas. El patio de cuadrillas albergaba, originariamente la enfermería, cuadras y la conserjería. En el patio de arrastre, de gran tamaño, encontraba instalado, lógicamente, el desolladero. Entre ambos patios se sitúa el espacio destinado a corrales. Lo forman cinco corrales de estancia del ganado, uno de reconocimiento de mayor tamaño, cuatro corraletas de apartado y distribución, ocho chiqueros, manga de embarque y desembarque y báscula.
En los años 80 se construyó anexo un edificio para taquillas dentro del gran espacio del patio de arrastre y en 1.991 se dotó un espacio para capilla, elemento del que carecía la plaza, dentro del edificio que albergaba la enfermería.
Tras varios arreglos puntuales se acometió en 1997 la rehabilitación total de la plaza, sustituyéndose toda la estructura de madera de las gradas y escaleras por material ignífugo, se restaura la cubierta y la fachada y se adecúan todas las medidas de seguridad de los espectadores. Las obras, con un presupuesto de cerca de 300.000.000 de pesetas (1.800.000,00 €), fueron ejecutadas por la empresa vallisoletana Zarzuela, S. A. bajo un proyecto de los arquitectos D. Fermín Vicente y D. Mauricio Rodríguez. Esta remodelación hizo reducir el aforo de la plaza, que actualmente es de 10.475 espectadores frente a los 11.542 que tenía en el diseño original.
Tras varios arreglos puntuales se acometió en 1997 la rehabilitación total de la plaza, sustituyéndose toda la estructura de madera de las gradas y escaleras por material ignífugo, se restaura la cubierta y la fachada y se adecúan todas las medidas de seguridad de los espectadores. Las obras, con un presupuesto de cerca de 300.000.000 de pesetas (1.800.000,00 €), fueron ejecutadas por la empresa vallisoletana Zarzuela, S. A. bajo un proyecto de los arquitectos D. Fermín Vicente y D. Mauricio Rodríguez. Esta remodelación hizo reducir el aforo de la plaza, que actualmente es de 10.475 espectadores frente a los 11.542 que tenía en el diseño original.
La plaza de toros en el año 1900
En 1.999 se acondicionó la explanada exterior, con la construcción de un aparcamiento subterráneo, la urbanización de la zona y la inauguración del monumento a Fernando Domínguez. En el año 2002 se reformó completamente el edificio de oficinas y vivienda del conserje y se trasladaron las cuadras al patio de arrastre. Finalmente, en 2003 se trasladaron las taquillas al edificio de nueva construcción aledaño a la plaza y con acceso desde el antiguo patio de cuadrillas, que se remodeló y alberga en la actualidad la enfermería y edificio de oficinas. También se remodeló el de arrastre, donde actualmente se encuentran las cuadras, capilla, sala de toreros y diversos almacenes.
La plaza se inauguró el 20 de septiembre de 1.890, por los diestros Rafael Molina “Lagartijo”, Manuel García ”El Espartero” y Rafael Guerra “Guerrita”, con toros del marques de Saltillo; el primero que saltó a la plaza fue “Aguilillo” cuya cabeza disecada se conserva en las oficinas de la plaza.
La plaza se inauguró el 20 de septiembre de 1.890, por los diestros Rafael Molina “Lagartijo”, Manuel García ”El Espartero” y Rafael Guerra “Guerrita”, con toros del marques de Saltillo; el primero que saltó a la plaza fue “Aguilillo” cuya cabeza disecada se conserva en las oficinas de la plaza.
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