Todos los vallisoletanos conocen la Plaza de San Miguel. Pero no todos saben que el nombre lo recibe por la iglesia que se levantó en su centro hasta 1777 en que fue destruida. ¡ Y eso que era la “iglesia de la ciudad”, la que avisaba mediante sus campanas a la población de la celebración de Concejo o de un suceso alegre o alarmante!
Ocupaba la iglesia lo que hoy es la plaza de San Miguel y cuando los Reyes Católicos entraron en Valladolid, la iglesia ya estaba ahí. Su primera advocación fue la de San Pelayo hasta quizá el siglo XII. En 1489 se quemó, llevándose por delante todos los documentos importantes de la villa que en ella se guardaban, siendo reedificada en 1497.
Esta iglesia de San Miguel, como decíamos, era la iglesia principal del viejo Valladolid. Sus campanas sonaban para convocar a Concejo en el lugar acostumbrado: las dependencias anejas al monasterio de San Francisco, en la Plaza del Mercado. También sonaban para poner sobre aviso a la población y alarmarla, tocando a rebato, cada vez que era necesario. Eran, por tanto, sus campanas las que avisaban a la población de lo bueno y de lo malo. Durante la Primera República española de 1873 fueron destruidas.
En el interior de San Miguel se mandó hacer a Cristóbal Velázquez un retablo que se adornó con figuras talladas por Gregorio Fernández, entre ellas la única figura de Cristo yacente que hizo íntegramente desnudo, sin paño de castidad.
Al poco de la expulsión de los jesuitas y ante la ruina casi total de histórico templo, la parroquia y una buena parte de sus retablos y figuras fueron trasladados a la iglesia de San Ignacio y San Julián. Esto ocurría en noviembre de 1775 y dos años más tarde la iglesia de San Miguel pasaba a peor vida dejándonos sólo el recuerdo y el espacio que ocupó en la plaza que hoy lleva su nombre. De su fábrica sólo se conserva la estatua de San Miguel con el escudo de los Reyes Católicos que está sobre la puerta de la iglesia actual.
-Fuente: Rincones con Fantasma (Juan Carlos Urueña Paredes). ISBN: 84-95389-97-5
-Fuente: Aire de Siglos (Selección de Articulos) . José Delfín Val. ISBN:84-95389-82-7 y 84-96186-05-9
Ocupaba la iglesia lo que hoy es la plaza de San Miguel y cuando los Reyes Católicos entraron en Valladolid, la iglesia ya estaba ahí. Su primera advocación fue la de San Pelayo hasta quizá el siglo XII. En 1489 se quemó, llevándose por delante todos los documentos importantes de la villa que en ella se guardaban, siendo reedificada en 1497.
Esta iglesia de San Miguel, como decíamos, era la iglesia principal del viejo Valladolid. Sus campanas sonaban para convocar a Concejo en el lugar acostumbrado: las dependencias anejas al monasterio de San Francisco, en la Plaza del Mercado. También sonaban para poner sobre aviso a la población y alarmarla, tocando a rebato, cada vez que era necesario. Eran, por tanto, sus campanas las que avisaban a la población de lo bueno y de lo malo. Durante la Primera República española de 1873 fueron destruidas.
En el interior de San Miguel se mandó hacer a Cristóbal Velázquez un retablo que se adornó con figuras talladas por Gregorio Fernández, entre ellas la única figura de Cristo yacente que hizo íntegramente desnudo, sin paño de castidad.
La iglesia según el plano de Bentura Seco
Al poco de la expulsión de los jesuitas y ante la ruina casi total de histórico templo, la parroquia y una buena parte de sus retablos y figuras fueron trasladados a la iglesia de San Ignacio y San Julián. Esto ocurría en noviembre de 1775 y dos años más tarde la iglesia de San Miguel pasaba a peor vida dejándonos sólo el recuerdo y el espacio que ocupó en la plaza que hoy lleva su nombre. De su fábrica sólo se conserva la estatua de San Miguel con el escudo de los Reyes Católicos que está sobre la puerta de la iglesia actual.
-Fuente: Rincones con Fantasma (Juan Carlos Urueña Paredes). ISBN: 84-95389-97-5
-Fuente: Aire de Siglos (Selección de Articulos) . José Delfín Val. ISBN:84-95389-82-7 y 84-96186-05-9
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