El plano de Bentura Seco de 1738


Si bien en el siglo XVI, durante el reinado de Carlos I de España y V de Alemania, comenzaron a cobrar interés, los relatos y representaciones gráficas de las ciudades que realizaban los viajeros, (generalmente miembros de las Embajadas en los lugares donde ejercían su representación), la verdadera proliferación de dichos relatos e imágenes, tuvieron lugar durante el siglo XIX, cuando los últimos avances técnicos, como el ferrocarril y las cámaras fotográficas, facilitaron el traslado de las personas y la posibilidad de reproducir los lugares visitados. En fecha intermedia, el 30 de noviembre de 1738, vio la luz el primer plano de la ciudad de Valladolid, que realizara Bentura Seco.
Para realizarlo Bentura Seco midió calle por calle y plaza por plaza. Tiene una gran similtud con el plano de Madrid del siglo XVII de Pedro Texeira, lo singular de ambos es una visión dual; por una parte se aprecian perfectamente el trazado de las calles y por otra la proyección de los alzados de los edificios principales de la ciudad dentro del diseño de las manzanas.
Su procedencia y conservación es anecdótica debido a que a principios del siglo XX el arquitecto municipal Juan Agapito y Revilla, encontró la plancha del plano soportando una mesa en el ayuntamiento de la ciudad. Hoy en día es un documento importantísimo para el estudio y reconocimiento de Valladolid ya que la ciudad durante el siglo XIX y sobre todo el siglo XX ha sufrido una traumática transformación.

Zona centro de la ciudad

El siglo XVII, cuando se prolongaban en la ciudad las estancias de la Corte, tuvo lugar el más espectacular auge de la ciudad, que se tradujo en su modernización y en la construcción de edificios destinados a acoger servicios municipales que aumentaron a medida que lo permitían las disposiciones económicas del Regimiento.
En el año en que se realizó el plano, su aspecto acusaba la marcha de la Corte, pero conservaba el nuevo trazado debido al incendio de 1561, así como la mayoría de los edificios construidos en los años de esplendor de la ciudad del Pisuerga.
El trozo del referido plano, comprende la zona entre los aledaños de la Plaza de Santa María (hoy de la Universidad y el puente sobre el Esgueva, junto al antiguo Seminario Diocesano, hoy ocupado por las llamadas 'casas de los profesores'), y desde la actual calle de Cánovas del Castilla a los alrededores de la iglesia de la Vera Cruz, una de las zonas que más ha cambiado. Aparte de los cambios en el nombre de las calles, pueden verse los cinco puentes sobre la Esgueva y los pasos cubiertos por las calles sobre su cauce.
En el plano puede verse cómo la calle del Paraíso está ocupada por el cauce del pequeño ramal, así como un extraño cauce de agua que se une a la Esgueva en el puente de la calle del Marqués del Duero, mientras la iglesia de las Angustias se encuentra en la plazuela del desaparecido palacio del Almirante. El cubrimiento del Ramal Norte del segundo río vallisoletano supuso un cambio esencial en las actuales Plazas de Cantarranillas, de la Libertad y de Portugalete, donde estuviera uno de los tres mercados construidos en tiempos de Don Miguel Íscar.Como apunta María del Rosario Fernández González en 'Edificios municipales de la ciudad de Valladolid de 1500 a 1561', entre la antigua Plazuela de Cantarranillas tuvieron su emplazamiento la Casa de la Pescadería, las Carnicerías y el primer Matadero de Carneros.
En fechas más recientes, y además del citado mercado, han cambiado la plaza de Onésimo Redondo (hoy de la Libertad), así como los jardines de la que fuera plaza de Portugalete, todo ello desaparecido con la construcción de un aparcamiento.



-Fuente: JOAQUÍN MARTÍN DE UÑA. -http://www.nortecastilla.es/20070924/valladolid/primer-plano-valladolid-20070924.html

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
No sabrias donde se peude conseguir una copia del plano?
Vallisoletvm ha dicho que…
En el archivo del Ayuntamiento de Valladolid (antigua iglesia de San Agustín)lo puedes conseguir.